Paso atrás del Barça para mantener el pulso al Real Madrid por el liderato. Los culés no consiguieron superar al Atlético de Madrid (2-2) en el Camp Nou y se despiden prácticamente del título liguero. El planteamiento atrevido de Quique Setién fue eclipsado por un arbitraje, como mínimo, discutible.
Ya van tres empates en los últimos cuatro partidos: Sevilla, Celta de Vigo y el conjunto del Cholo. En todos ellos el equipo ha demostrado un colapso evidente, con el control del balón, pero sin apenas efectividad. Excepto momentos puntuales, el gol ya no llega con tanta facilidad. Seis puntos de doce posibles y el entrenador en el punto de mira.
Los azulgranas salieron con un planteamiento poco habitual, con un 4-4-2. La gran novedad estaba en el centro del campo. A Sergio Busquets y a Ivan Rakitic le acompañaron Arturo Vidal y Riqui Puig. El joven del filial ocupaba la plaza de Antoine Griezmann --u otro posible extremo-- en el once titular.
Riqui Puig en una acción contra el Atlético de Madrid / EFE
Como era de esperar, la posesión y el control de juego fue a cargo de los catalanes. Con cuatro futbolistas en la medular más Leo Messi, movieron bien el balón, aunque apenas causaron ocasiones clamorosas de gol. El primer tanto llegó de un córner golpeado por el argentino en el minuto 11. Diego Costa desviaba el potente centro sin querer y superaba a Jan Oblak.
El arbitraje, protagonista absoluto
Pocos minutos después del gol de los locales empezaba el festival de Hernández Hernández. En el minuto 15, a Arturo Vidal se le fue la cabeza y arrolló a Ferreira Carrasco dentro del área. Penalti clarísimo. El disparo de Diego Costa, a la izquierda de Ter Stegen, fue atajado por el alemán.
Un minuto después el VAR de Mateu Lahoz intervino y le comentó al colegiado que el arquero culé se encontraba ligeramente adelantado cuando el hispanobrasileño disparaba. Solución: repetir la pena máxima. Esta vez la responsabilidad la asumió Saúl Ñíguez y el zurdo no erró. Empate a uno.
Saúl transformando el gol contra Luis Suárez / EFE
Aún habría dos penaltis más en el encuentro. Justo a los 10 minutos de volver del descanso, Felipe Monteiro entraba duro a Nelson Semedo sobre la línea y se señalaba la segunda pena máxima. Leo Messi superó a Jan Oblak. Un tanto histórico, pues fue el número 700 para el argentino en toda su carrera.
Hernández Hernández volvía a castigar a los culés en el 61. El lateral portugués tocaba ligeramente a Ferreira Carrasco, protagonista absoluto de los visitantes, y el belga se tropezaba de manera cómica. Cuando parecía que el VAR intervendría y echaría para atrás la decisión, ni siquiera actuó. Segundo tanto de Saúl.
¿Y los cambios ofensivos dónde están?
Desde el gol de Saúl, en el minuto 62, al Barça le quedaban 30 minutos para luchar por la victoria. Quique Setién no intervino ofensivamente hasta el minuto 84, cuando dio entrada a Ansu Fati por Sergio Busquets, mientras el Cholo ya había refrescado a su equipo dando entrada a Joao Felix, Álvaro Morata y Vitolo.
Sergio Busquets celebrando el primer gol contra el Atlético de Madrid / EFE
Antoine Griezmann, uno de los nombres de la previa, no entró hasta el minuto 90. Lo hizo por Arturo Vidal y apenas cambió el trascurso del partido. No está en su mejor momento y parece que el cuerpo técnico le ha puesto la cruz. Deberá esforzarse si quiere volver a la titularidad.
Riqui Puig, el mejor
El Barça se tiene que contagiar de las ganas y de la energía de los jóvenes. Este martes el más destacado fue Riqui Puig, la gran sorpresa del once que jugó los 90 minutos. Presionó, regateó y lo intentó una y otra vez. Su partido fue merecedor de más minutos de calidad en un futuro. Ahora mismo, junto a Ansu Fati, son las mejores noticias de la entidad.