El FC Barcelona se complicó enormemente la Liga en Balaídos. Si la reedición del título ya era difícil tras el empate en el Sánchez Pizjuán, el nuevo pinchazo en Balaídos sitúa al conjunto azulgrana en una situación límite. Debe ganar las seis jornadas que quedan y esperar que el Real Madrid pierda un encuentro o, en su defecto, empate en dos.

Como sucediera en Sevilla, el Barça llevó el ritmo del encuentro y dominó la primera mitad en Vigo. Con el paso de los minutos, el equipo catalán se fue diluyendo, pero aún así mereció acabar el partido con los tres puntos. Si ante el cuadro hispalense faltó efectividad y acierto en los metros finales, contra los vigueses un error de Rakitic y una genialidad de Aspas condenaron a los culés.

Por si la situación en la tabla no fuera suficientemente complicada, al FC Barcelona le espera un calendario de aúpa. Esta próxima semana se medirá a Atlético de Madrid, tercero, en el Camp Nou, y visitará al Villarreal, en plena lucha europea. Son dos duelos que pueden ser claves para determinar las aspiraciones reales de los de Quique Setién.

Advertencia

A las puertas de una de las semanas más importantes de la temporada, si no la que más, Gerard Piqué volvió a aparecer en Twitter para alentar a la afición y, de paso, mandar una advertencia al Real Madrid.

El central de La Bonanova aseveró lo siguiente en su cuenta: "Recordad una cosa, somos el Barça y esto todavía no se ha acabado. Luchar hasta el final forma parte de nuestro ADN. Cabeza bien alta y el martes iremos a por todas".

Un mensaje bien diferente al que lanzó hace tan solo nueve días al final del partido contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán. En ese momento, Piqué lamentó el empate del equipo azulgrana y espetó que sería muy complicado ganar esta Liga viendo el nivel del Real Madrid. Aunque también un dardo a los arbitrajes, el mensaje desprendía un tono pesimista.

Al final resultará que Setién tenía razón cuando atribuyó esas palabras al calentón generado por el encuentro. Piqué, 24 horas después del empate de Balaídos, ha lanzado un mensaje mucho más optimista del que pronunció sobre el verde del Sánchez Pizjuán.