Hay caso Griezmann en el FC Barcelona. Tras una temporada donde ha generado muchas dudas, el actual técnico del primer equipo, Quique Setién, ha pasado de tildar al delantero galo de "indiscutible" a convertirlo en suplente habitual.
Ya son dos los partidos en que el Principito se queda en el banquillo desde que se retomó la competición tras el parón por el coronavirus. Dos encuentros especialmente importantes: contra el Sevilla y contra el Celta. Ambos, fuera de casa. Preocupa especialmente su escasa participación en el juego, una mezcla entre apatía y abandono por parte de sus compañeros.
Griezmann llegó al Barça el verano pasado como fichaje estrella previo pago al Atlético del importe de su cláusula de rescisión, 120 millones de euros. Además, el club blaugrana alcanzó un acuerdo con el Atlético de 15 millones por un derecho preferencial sobre otros dos jugadores del club rojiblanco, Saúl y Giménez.
Messi quiere a Neymar
El fichaje generó mucha polémica. Tanto con la afición del Barça, inicialmente contraria a su contratación, como por parte del Atlético, indignado debido a los indicios de que el jugador y la entidad azulgrana llevaban negociando desde marzo. Pero aún hubo una tercera, y más importante, vía de polémica: Leo Messi.
El delantero argentino era contrario al fichaje del galo porque le sentó mal haberse mojado por él un año antes para que finalmente los dejase tirados. Messi apostó claramente por el regreso de Neymar y la relación entre ambos fue complicada en los primeros meses, aunque poco a poco se fue normalizando. Sin embargo, la realidad es que Griezmann está lejos de tener el peso que tuvo Neymar o de formar parte de los pesos pesados del equipo, donde destacan Luis Suárez y el propio Leo por encima del resto, y solamente con Busquets y Piqué en un nivel similar de ascendencia.
Griezmann paga la jerarquía de Suárez
Uno de los primeros buenos partidos de Griezmann fue contra el Betis en la segunda jornada de Liga, donde el galo anotó dos goles decisivos. Ese mismo día, brillaron Ansu Fati y Carles Pérez. Leo Messi, que estaba lesionado, lo celebró en las redes sociales con fotos de los dos canteranos, pero se olvidó por completo de Griezmann. Hoy, el propio Ansu es quien aparta al galo de la titularidad.
La decisión de Setién tiene un componente claramente deportivo. Desde que se retomaron las competiciones, Ansu ha sido el delantero más desequilibrante del Barça y merece jugar. Sin embargo, ¿merece Griezmann ser el castigado? ¿Acaso Luis Suárez ha hecho más méritos que el francés para jugarlo todo? Las jerarquías mandan y el gran fichaje de Bartomeu, otro más tras Dembelé y Coutinho, se devalúa.