Antoine Griezmann no levanta cabeza. El francés no logra ver portería (y cuando lo hizo el VAR anuló su gol por posición incorrecta de Nelson Semedo) y no consigue ser una pieza clave en el juego del equipo. A pesar de su incansable trabajo en ataque y defensa y de desmarcarse continuamente parece que nadie le tiene en cuenta.
El delantero no deja de buscar opciones sobre el campo pero sus compañeros no consiguen conectar con él. A pesar de que ante el Athletic de Bilbao ha recuperado la titularidad tras quedarse en el banquillo en el Sánchez Pijuán, Griezmann no logra encajar. El debate sobre su rendimiento puede rebatirse con cifras y nadie duda del valor de su incansable trabajo pero la discusión sobre como encaja en el equipo parece no tener fin.
Incómodo sobre el campo
El francés no juega cómodo en la izquierda, se nota que se encuentra estancado y privado de libertad de movimientos. Ni Ernesto Valverde ni Quique Setién han logrado resolver el problema de posicionamiento de Griezmann en el Barça. El jugador necesita jugar más al centro y cerca de la portería pero parece condenado a la banda izquierda.
Griemann no encuentra su lugar en el equipo y no conecta con Leo Messi ni Luis Suárez. El jugador está siendo observado constantemente tras haber sido uno de los fichajes más caros de la historia del FC Barcelona y su trayectoria no ha sido regular ni ha alcanzado las expectativas que estaban puestas en él.
Puede que la culpa no sea toda del futbolista. los entrenadores no han puesto mucho de su parte y sus compañeros tampoco. En el partido frente al Athlétic intervinó en 35 jugadas y solo tuvo una ocasión de gol. Griezmann se asoció en casi todas las ocasiones con Jordi Alba, tan solo en una ocasión recibió un balón de Luis Suárez en los 65 minutos que coincidieron sobre el terreno de juego.
Desde la vuelta de la Liga el delantero solo ha completado un partido, el del Camp Nou ante el Leganés. Su titularidad ante el RCD Mallorca solo duró 57 minutos, ante el Sevilla se quedó en el banquillo y salió para los últimos 11 minutos de encuentro y ante el Athletic fue titular pero en el minuto 65 abandonó el campo para que entrase Ansu Fati.
No está en venta, por ahora
Griezmann abandonó el campo por la banda más cercana a la portería donde se encontraba y con el semblante muy serio se dirigió directamente a la grada donde terminó de ver el partido y la sufrida victoria de su equipo. El delantero francés no anota un gol desde el 25 de febrero cuando marcó frente al Nápoles en la ida de la Champions.
El francés no está en el mercado y el club azulgrana no se ha planteado venderlo pero sí que es cierto que ha perdido su condición de indiscutible. A pesar de que Setién quiso recalcar la importancia del jugador para el equipo, justo después se contradijo y le dejó en el banquillo la mayor parte del partido ante el Sevilla. A Griezmann aún le quedan oportunidades para demostrar que se merece un lugar en el equipo pero antes de que termine la temporada debería ganarse de nuevo el estatus de indiscutible en el equipo o el club podría replantearse su salida.