El FC Barcelona venció al Athletic sin pena ni gloria. El conjunto azulgrana se hizo con el dominio del esférico y del ritmo del encuentro desde el primer minuto, pero sufrió horrores para penetrar la defensa bilbaína. La línea de cinco atrás, secundada por otra de tres a pocos metros, atrapó a los atacantes culés como si de una telaraña se tratara.
El equipo de Setién tuvo que esperar a que Rakitic cazara un balón que había quedado muerto en el área para ponerse por delante de los leones. Fue la primera ocasión de verdadero peligro que creó el Barça en todo el encuentro. Y, obviando el disparo de Ansu Fati al palo en las postrimerías del choque, la única.
Cantada
El gol del futbolista croata obligó al Athletic a dar varios pasos hacia adelante. A partir del 80', los vascos se hicieron con el dominio del esférico y trataron de incomodar al FC Barcelona con constantes centros al área. La gran mayoría de ellos no revistieron peligro alguno. O bien se iban fuera o bien los despejaba la defensa culé.
Ansu Fati y Riqui Puig, símbolos de la cantera, cobijan a Rakitic tras su decisivo gol al Athletic / EFE
Hubo un centro que sí estuvo a punto de dar un disgusto al equipo de Quique Setién. Mikel Balenziaga puso el esférico al área desde el flanco izquierdo buscando a Raúl García, que se encontraba en el punto de penalti. Ter Stegen salió a por el balón, no calculó bien y lo acabó dejando pasar.
Por suerte, el experimentado centrocampista navarro, que quizás no se esperaba la cantada del guardameta alemán, no atinó a rematar y solo pudo tocar el esférico con el pecho y no tuvo tiempo de redirigirlo. Todo se quedó en un susto para el FC Barcelona.
Correcto
Más allá de este error en la salida, Ter Stegen completó un encuentro muy correcto en líneas generales. Fue el primer hombre en la salida del esférico desde atrás y detuvo un disparo de Unai López en el 3' que, visto como se desarrolló el choque, hubiera puesto en un apuro al FC Barcelona.
Arthur Melo con Íñigo Córdoba contra el Athletic / EFE
En caso de que Raúl García hubiera transformado la ocasión, el equipo azulgrana se hubiera despedido prácticamente de la Liga y la temporada del guardameta alemán hubiera quedado marcada por este error.