La temporada del Barça está siendo bastante irregular. El ritmo de puntos está siendo mucho inferior a los cursos pasados y el juego del equipo se ha convertido bastante plano. El propio Messi ya avisó en una entrevista en Mundo Deportivo que "hoy por hoy no nos da para ganar la Champions". Este rendimiento, por lo tanto, provoca que distintas facetas de los futbolistas se vean condicionadas.
Una de las que más resalta es la gran cantidad de tarjetas amarillas que ha recibido Gerard Piqué. El central catalán ya acumula 12 amarillas en Liga y lidera la clasificación junto a Wakaso (Alabés), Roberto Soldado (Granada) y Damián (Getafe). A falta de ocho jornadas, por lo tanto, se podría llegar a perder un tercer partido por acumulación de tarjetas. En el apartado azulgrana, los otros dos futbolistas con más amarillas son Lenglet y Busquets con 10 y 7 respectivamente.
Su máximo histórico
Asimismo, si sumamos todas las competiciones, el defensa azulgrana se enfila hasta las 17 amarillas. De este modo empata con su mayor registro, en la temporada 2015/16. En aquel curso, sin embargo, disputó 51 partidos y en la actual está en 40 partidos. Es por eso que muy probablemente acabará las competiciones con el mayor número de tarjetas recibidas en una temporada.
Las 17 tarjetas de este curso se contraponen a las solo siete que recibió el año pasado tras jugar 54 encuentros. A pesar de ser frecuentemente sancionado, en las últimas siete temporadas solo le han expulsado en dos ocasiones.
A lo largo de los años Piqué ha ido cogiendo más peso en el equipo y el puesto de central derecho es casi exclusivamente para él. Habitualmente se ha mantenido a un gran nivel, especialmente en los grandes escenarios, pero es cierto que su edad (33 años) también le ha podido quitar algo de forma física.
El defensa siempre ha sido un jugador que ha ido de menos a más en las temporadas y de ir progresivamente hasta su estado óptimo de la temporada. Tampoco ha sido nunca especialmente rápido, pero sí que atento a las coberturas. Esta dificultad por llegar a su mejor estado físico puede que haya sido un condicionante en el marcaje de los jugadores y que se tenga que emplear a hacer más faltas.
Este parón también le ha podido frenar y que aún tarde unos días en llegar a su mejor nivel. Además, también podría ser sancionado por sus declaraciones en las que dejaba ver las ayudas arbitrales hacia el Madrid.