El partido contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán, lo tenía marcado en rojo el Barça en el calendario. Los hombres de Quique Setién tenían claro que podría ser uno de los encuentros donde se podían escapar puntos. Y los peores presagios acabaron por confirmarse.
Messi luchando un balón durante el Sevilla-Barça / EFE
El conjunto azulgrana se dejó dos puntos en la lucha por el campeonato, después de no conseguir superar en ningún momento la rocosa defensa hispalense. Los culés prácticamente no pudieron provocar ocasiones, en un choque donde les faltó claramente profundidad en ataque. Una profundidad que podría haber aportado el joven Ansu Fati, pero el técnico santanderino decidió no darle ni tan solo la oportunidad.
El desprecio de Setién a Ansu
Sorprende el hecho que, en un partido con tanto ritmo y donde el equipo necesitaba un gol para seguir dependiendo de ellos mismos para levantar el título, Setién decidió no agotar sus cinco cambios. El entrenador azulgrana decidió dar entrada solamente a Arthur, Griezmann, Riqui Puig. Tres sustituciones no especialmente ofensivas.
Pero por encima de todo, lo que realmente es desconcertante es el desprecio a Ansu Fati. El joven extremo es posiblemente el segundo futbolista más desequilibrante de la plantilla, por detrás de Messi. Y llegaba al Sánchez Pizjuán con la confianza por las nubes, después de ser el mejor en el último choque ante el Leganés, donde además desatascó el encuentro con una genialidad.
Setién, en el partido contra el Sevilla | EFE
Decisión inadmisible de Setién, que no sentará bien al de Guinea-Bisáu. No hay excusas. Tenía cambios disponibles, y el contexto perfecto para él. No obstante, el míster cántabro decidió olvidarse por completo de él, en un partido donde no acertó con los cambios propuestos.