Ansu Fati no se toca. Así de claro. Tres años después del dañino adiós de Neymar con nocturnidad y alevosía, el Barça por fin tiene a un extremo fiable. No cuajó Coutinho, flojo física y mentalmente para el Camp Nou, y no acaban de cuajar un Griezmann desubicado y un Dembelé abonado a la enfermería. Ansu ha demostrado más que todos ellos porcentualmente.
El Barça debe mimarlo, cuidarlo y ayudarlo a consolidarse en el primer equipo, como hizo con Messi, o con el propio Iniesta. El talento de Ansu es descomunal y el club que preside Bartomeu no debe dejarlo escapar ni por todo el oro del mundo. Lo que simboliza Fati está por encima de los 440 millones invertidos en relevos para Neymar.
El United va con todo
Por este motivo, es importante que el Barça corte de raíz los rumores que amenazan con llevarse al joven talento de Guinea Bissau a la Premier League. En los últimos días se ha hablado de una oferta de 100 millones de euros y, pocos días después de otra oferta que se dispara a los 150 millones. Ambas del Manchester United. Un dineral para un chaval que todavía es menor de edad y que no se debe utilizar para cuadrar cuentas.
Los jugadores del Barça felicitan a Ansu Fati tras su gol al Leganés / EFE
Hay que recordar que la cláusula de Ansu mientras no tenga ficha del primer equipo asciende a 170 millones de euros. Si esas ofertas fuesen verdad y el United se dispone a pagar la cláusula de rescisión del joven crack, lo único que podrá frenar la huida será su propia voluntad. Y el club debe ser clave en convencerlo de que cuenta con él, y mucho, para el futuro de la entidad.
'Overbooking' en la delantera
Tenerlo apartado, relegado como quinto delantero por detrás de Braithwaite y de un Griezmann que, desgraciadamente, aporta mucho menos al juego del Barça es peligroso. A ellos hay que sumar las incorporaciones de Dembelé cuando vuelva de su lesión, Trincao o el posible fichaje de Lautaro Martínez. Un auténtico overbooking de jugadores que cerrarían las puertas al crecimiento del canterano en el Camp Nou. A los 17 años cualquiera quiere jugar y, aunque Ansu sabe que debe tener paciencia, es vital que se le haga un hueco en el equipo con minutos y oportunidades.
Este martes las tuvo ante el Leganés y demostró de lo que es capaz. Suma ya seis goles con la camiseta del Barça, cinco de ellos en Liga a lo largo de 17 partidos –solamente ocho como titular–, lo que supone un tanto cada 147 minutos. Excepcionales estadísticas para un jugador cuya humildad parece ir por delante de su extraordinaria precocidad.