Buen balance de resultados en estas dos primeras jornadas postconfinamiento. El Barça consiguió golear en Mallorca (0-4) y este martes superó al Leganés (2-0) sin grandes problemas. Dos victorias que dejan a los culés con seis puntos más en la clasificación, pero unas sensaciones que no son del todo buenas.
El partido contra los pepineros fue de menos a más, a un ritmo soporífero ante un equipo encerrado atrás. Mucho control y pocas ocasiones. Apenas dispararon a portería y fueron los visitantes quienes estuvieron más cerca del gol en los primeros minutos. Lenglet sacaba un balón bajo palos a los 10 minutos y poco después Guerrero enviaba el esférico al poste.
Las pocas alegrías del partido las pusieron los canteranos. Ansu Fati abría la lata con un buen disparo desde la frontal en el minuto 42 y Messi y Riqui Puig se animaron en el segundo tiempo, cuando el cansancio ya hacía estragos en el equipo madrileño. El talento individual volvía a salvar al equipo un día más.
Los mismos errores de Valverde
El ritmo y la actitud del partido recordaban a la era Ernesto Valverde. Al conjunto del Txingurri se le acostumbraba a atragantar los rivales que ponían el autobús y aquellos más físicos. Con Quique Setién la cosa no ha mejorado. La posición seguía siendo alta (75%) pero las ocasiones, pocas (10).
Setién en el partido frente al Leganés / EFE
La apuesta de inicio, debido a las rotaciones, fue poco atrevida en cuanto a juego ofensivo. Arthur Melo, Ivan Rakitic o Antoine Griezmann no son los perfiles más creativos y atrevidos de la plantilla. Por ese motivo, fue el talento individual quien decidió un encuentro tan cerrado. Ansu Fati, Leo Messi y poco más.
Se notó mucho las entradas desde el banquillo. Arturo Vidal y Riqui Puig salieron con verticalidad, atrevimiento y ganas de hacer algo más que asegurar el pase. Hicieron más en 15 minutos que sus compañeros el resto de partido; no por calidad, sino por actitud.
Como hemos dicho, la puesta en escena fue conservadora de entrada. Es evidente la diferencia de calidad entre Barça y Leganés y era cuestión de tiempo que la balanza se decantara a favor de los locales. Sí, esto sucede a menudo contra equipos inferiores de calidad, pero ante rivales de nivel similar, surgen los problemas.
Messi, Roberto, Rakitic celebrando un gol con sus compañeros contra el Leganés / FC Barcelona
Así la Champions está complicada
Con este estilo de juego, controlar y paciencia, difícilmente se hará algo grande en Europa. Se necesita algo más. La Champions League fue la competición que se le atragantó a Ernesto Valverde y veremos como la afronta Quique Setién. De momento, se debe pasar la eliminatoria de octavos de final contra el Nápoles (1-1).
Al equipo le falta rodaje, como ya se podía prever, pero no está permitido fallar. Este viernes los culés visitan el Sánchez Pizjuán en la salida más complicada de las nueve jornadas que quedan. El Sevilla es una de las sorpresas del campeonato, que mejor fútbol practican y quieren consolidar su plaza para la Champions.