101 días después, volvió el fútbol al Camp Nou. Pero regresó un fútbol diferente. Sin aficionados en las gradas y en un ambiente frío, el juego del Barça se contagió de esta frigidez. Por suerte, al conjunto culé tampoco le hizo falta la excelencia para superar a un Leganés combativo, pero poco eficaz de cara a portería.
A los hombres de Setién no les hizo falta poner el pie en el acelerador. Con dos genialidades de Ansu Fati y Leo Messi, se llevaron un triunfo poco ilustre, pero necesario para seguir liderando una Liga donde cada error puede pagarse muy caro.
Ansu Fati rescata a un Barça descafeinado
"No hay que minusvalorar al Leganés". Ya lo avisó Quique Setién en la previa del encuentro en el Camp Nou ante el conjunto pepinero. Con la clasificación encima de la mesa, se esperaba una victoria plácida del Barça, líder de la competición, ante un Leganés colista, y perjudicado por la venta en el mercado de invierno de sus dos grandes goleadores (En-Nesyri y Braithwaite). No obstante, en una clara demostración de intenciones, los hombres de Aguirre manifestaron en los primeros instantes que no estaban dispuestos a que el choque se conviertiese en un mero trámite para los culés.
Con una defensa adelantada, y las líneas muy juntas, bloquearon por completo el juego azulgrana durante los primeros minutos. Ante la incapacidad de construir y de provocar ocasiones claras de gol, llegaron los primeros errores del equipo de Setién, que demostró que todavía le falta una marcha más. Este hecho lo aprovechó el conjunto pepinero para ganar en confianza, y lanzarse incluso al ataque a través de acciones verticales al contraataque. La falta de eficacia, y la participación imperiosa de Lenglet, evitó que los pepineros se adelantasen de forma sorprendente, pero también merecida, en el marcador.
Ansu Fati, celebrando su gol ante el Leganés | EFE
En un contexto incómodo, solo una genialidad individual podía socorrer al Barça. Y entonces apareció la gran sorpresa en la alineación, el joven Ansu Fati. A pocos minutos del descanso, el extremo de Guinea-Bisáu desbloqueó al conjunto azulgrana con un enorme disparo cruzado, ante el que nada pudo hacer Cuéllar. Máxima eficacia de los culés, que se avanzaron en su primer disparo a portería. Quinto gol en Liga de Ansu, que volvió a demostrar que se merece ser una pieza importante en el esquema azulgrana.
Leo Messi sentencia
Tras el paso por los vestuarios, el FC Barcelona no cambió el ritmo. Siguió con un movimiento de balón cansino. Eso sí, con el marcador a favor, el conjunto de Setién lo hizo con un sentido: dormir el choque, y obligar al Leganés a desmontar su armadura defensiva. Una estrategia que funcionó a los culés, que poco a poco llegaron con más peligro a la portería madrileña.
Griezmann primero, ya avisó que el equipo catalán estaba por la labor de sentenciar el encuentro por la vía rápida. No obstante, su tanto fue anulado por fuera de juego de Semedo inicial. Sigue el drama del francés. Sin embargo, pocos minutos después, fue Leo Messi el que aumentó la distancia en el marcador de penalti. Una pena máxima que él mismo provocó. Incluso en su partido más indolente, el capitán culé volvió a ver puerta, y confirma al Leganés como una de sus víctimas favoritas.
Leo Messi, celebrando su gol contra el Leganés | EFE
El Barça en ningún momento puso el pie en el acelerador. Pero tampoco le hizo falta. Dos genialidades de Ansu Fati y Leo Messi bastaron al conjunto de Setién para imponerse a un envalentonado Leganés, que echó en falta ser más eficaz de cara a portería. El equipo culé no forzó, y se llevó unos tres puntos necesarios para seguir liderando la Liga. Además, el técnico cántabro tuvo también la oportunidad de dar descanso a pesos pesados del vestuario, como Sergio Busquets, Gerard Piqué y De Jong. Noche redonda de un conjunto azulgrana que se mostró frío, y forzó lo necesario para llevarse el triunfo.