El futuro de Coutinho es ahora mismo incierto. El Bayern de Múnich ya ha comunicado que no ejercerá su opción de compra de 120 millones de euros, por lo que en principio el brasileño se reincorporará al Barça en la pretemporada. Quique Setién ha defendido en más de una ocasión que, si no llega la oferta deseada, no le importaría contar con el atacante el curso que viene. No obstante, en el conjunto azulgrana no pasa por la cabeza que pueda volver a vestir la elástica azulgrana.
El exjugador del Liverpool es una de las piezas más suculentas que tiene el Barça para vender y obtener ingresos. Y antes las pérdidas económicas provocadas por el coronavirus, la necesidad salarial pasa en estos momentos por delante de la deportiva. Su vuelta al Camp Nou podría provocar un derrumbe importante de la masa salarial, y en la entidad azulgrana no quieren arriesgarse. Y es por esto que le buscan salida a toda costa.
Eso sí, no a cualquier precio. La intención del club culé es amortizar su fichaje, y sacar cerca de 90 millones por él. Cifras utópicas tras el cambio en el mercado que se producirá por el coronavirus. No se descarta tampoco una cesión con opción de compra. Lo que parece evidente es que su precio no para de devaluarse por momentos.
Su agente también le devalúa
La necesidad de salvar la masa salarial, junto a las prisas de su agente, están provocando una devaluación importante del precio de Coutinho. De momento, al Barça no le han puesto ningún equipo una oferta seria encima de la mesa. Son muchos los rumores de que su futuro podría estar en la Premier League. Newcastle, Arsenal, Tottenham, Chelsea, United... Prácticamente todos los grandes de Inglaterra siguen de cerca su situación, pero de momento nadie le ha contactado.
Lo que ha obligado a su agente a empezar a moverse, y ofrecer los servicios del brasileño a muchos de estos conjuntos. No obstante, tras su irregular rendimiento tanto en el FC Barcelona como en Alemania, no es una apuesta segura. Todos estos hechos están provocando que su valor en el mercado se esté depreciando cada vez más.
Coutinho, en un partido con el Bayern de Munich | EFE
Y todo, en un verano donde las grandes superpotencias contarán con un presupuesto limitado para refuerzos, y tendrán que atinar muy bien en cada uno de sus fichajes. Un contexto que perjudica especialmente al Barça, que ve que tendrá que quedarse con el jugador la temporada que viene o dejarle marchar por un precio mucho más bajo de lo esperado. Un dolor de cabeza constante para Josep María Bartomeu.