Hay pocas cosas que asusten más a la afición y la directiva del FC Barcelona que un año en blanco. El equipo azulgrana está acostumbrado a luchar por todos los títulos, temporada tras temporada, con más o menos éxito. En lo que va de década, el conjunto catalán ha levantado seis Ligas, dos Champions y cinco Copas del Rey, siendo el único curso sin títulos el 2013-14, con Tata Martino en el banquillo.
El Barça ha gozado de la mejor generación de su historia. Jugadores como Valdés, Puyol, Piqué, Busquets, Xavi, Iniesta y por supuesto Messi son irrepetibles, como mínimo a corto plazo. Ellos siete, junto a Alves, Ter Stegen, Luis Suárez o Neymar, entre otros, han llevado al club culé a lo más alto en incontables ocasiones.
Durante años, el equipo logró el equilibrio perfecto entre cantera y cartera. Se daban oportunidades y continuidad a los futbolistas formados en La Masia y éstos crecían dentro del equipo. Las posiciones en las que no aparecían estrellas o jugadores de primer nivel se ocupaban con Alves, Neymar, Luis Suárez y compañía.
Poca paciencia
Poco a poco, la balanza se ha ido decantando a favor de la cartera. Rakitic reemplazó a Xavi, Arthur a Iniesta, Umtiti a Puyol y Ter Stegen a Valdés. El último futbolista formado en La Masia que ha logrado consolidarse en el primer equipo es Sergi Roberto, y ya hace más de nueve años que debutó.
Sergi Roberto debutando en el Bernabéu en el año 2011 / Redes
Se han estrenado decenas de canteranos, pero ninguno ha llegado a asentarse en la máxima categoría. Ya sea por calidad, falta de oportunidades o poca confianza, nadie más ha podido hacerse con un sitio en el Camp Nou. El FC Barcelona necesita pelear anualmente por los títulos y la paciencia con los jugadores formados en La Masia es mínima. Si no brillan desde el primer partido, se buscan soluciones en el mercado.
Miranda y Cucurella se vieron desplazados por un Junior Firpo que no ha logrado tener continuidad. Wagué desbancó a Sergi Palencia y Maté Morey. Vidal y Rakitic dejan pocas oportunidades a Aleñá, Riqui Puig y demás centrocampistas jóvenes. Todibo cerró las puertas a Chumi. Y estos son solo algunos de los muchos ejemplos que se han vivido en los últimos años. Antes de esperar a los de casa, el Barça busca proyectos fuera.
Necesidad de chequera
A la poca paciencia con La Masia se suma la necesidad del FC Barcelona de contar siempre con los mejores del mundo. No hay jugadores como Frenkie de Jong, Griezmann, Neymar o Luis Suárez en las categorías inferiores. Por lo tanto, el club catalán debe acudir al mercado para encontrarlos.
Una foto de Antoine Griezmann, Frenkie De Jong y Neto en su primer día de entrenamiento con el Barça / FCB
Se habla de Lautaro Martínez y otra vez Neymar para el próximo mercado. Tampoco hay un delantero como el argentino en La Masia. Dado que se trata de un ariete, posición fundamental en cualquier equipo, el Barça se ve en la obligación de rascarse el bolsillo para obtener un recambio de garantías para Luis Suárez.
Por su naturaleza de club grande, el FC Barcelona tendrá que tirar de chequera cada verano, ya sea para reforzar una posición u otra. Pero la entidad se ve en la obligación de tratar de reequilibrar la balanza entre cantera y cartera. Hay sitio para Frenkie de Jong, Luis Suárez y Lautaro, como también debería haberlo para Riqui Puig, Carles Aleñá o Ansu Fati. Al fin y al cabo, la virtud está en el punto medio.