Ousmane Dembelé está de aniversario. El extremo cumple este jueves 1.000 días como jugador del FC Barcelona. Pero no lo celebra como él querría, lo hace sin competir, sin entrenar con sus compañeros y recuperándose de su última --y grave-- lesión: una rotura del tendón proximal del bíceps femoral.
Este verano el jugador celebrará tres años desde que llegó al Camp Nou, lo hizo 105 millones de euros fijos más 20 posibles en variables. Tras un buen año en el Borussia Dortmund, el Mosquito llegaba a la capital catalana con un reto mayúsculo: hacer olvidar a Neymar Junior, que fichaba por el PSG.
El jugador aterrizó a Barcelona con 20 años destacando más por lo que podía llegar a hacer que por lo que había hecho, unas dudas que tres años después los culés siguen teniendo. Empezó como suplente hasta que, poco a poco y gracias a su explosividad, Ernesto Valverde empezó a contar con él.
Su primera lesión llegó un 16 de septiembre de 2017, cuando apenas llevaba un mes. Contra el Getafe se lesionó en el muslo y se perdió los siguientes 20 partidos del equipo. Una baja sensible que terminó cubriendo --tampoco sin demasiado éxito-- Philippe Coutinho, procedente del Liverpool.
Regresó en enero de esa lesión en el Coliseum y al cabo de dos semanas volvió a la enfermería. Un desgarro muscular en un entrenamiento que le hicieron perderse siete partidos y un mes de competición. Terminó el curso levantando el doblete y con unos números discretos: cuatro goles y una asistencia en 23 partidos oficiales.
Una nueva oportunidad
Tras una buena pretemporada y marcar en la Supercopa de España en Tánger, los aficionados volvieron a confiar en él. Pero empezaron a aparecer sus episodios de indisciplina. Llegó tarde a algún entrenamiento, se le cuestionaba el profesionalismo y la dieta; unas presiones que el no llevó del todo bien.
Centrándose en el fútbol, parecía que le ganaba la partida a Coutinho por la titularidad con buenas actuaciones --como en el Santiago Bernabéu o contra el Tottenham-- hasta que volvió a suceder lo inevitable. Una lesión en el tobillo sumado a un desgarro muscular y a otra lesión en el muslo lo dejaron sin segunda vuelta. Eso sí, mejoró ligeramente sus registros: 14 goles y ocho asistencias en 42 partidos oficiales.
Dembelé abandona el terreno de juego lesioando/ Twitter
Otro curso para el olvido
Siguiendo la línea de estos dos años que hemos comentado, el tercer curso de Dembelé tampoco fue bueno en cuanto a las lesiones se refiere. Se lesionó del muslo en dos ocasiones antes de cambiar el año, la última el 27 de noviembre contra el Borussia Dortmund --su exequipo-- en Champions League.
Cuando se estaba recuperando y contaba con la total confianza de Quique Setién, sufrió una rotura del tendón proximal del bíceps femoral de la pierna derecha en febrero y tuvo que ser operado en Finlandia. Le diagnosticaron seis meses de baja. Para él se ha terminado la temporada con solo nueve partidos oficiales y un gol.
Su futuro, en el aire
A sus 23 años, Ousmane Dembelé sigue siendo uno de los jugadores más prometedores del continente, pero sigue sembrando serias dudas. En su paso por el Barça ha tenido momentos de brillantez absoluta, pero le han sobrepasado las lesiones. En 1.000 días ha estado 414 días lesionado y se ha perdido 69 partidos oficiales.
Aunque parece contar con la total confianza del entrenador, su futuro no está nada seguro en el Camp Nou. La entidad necesita liquidez y es un futbolista que sigue teniendo un gran cartel entre los grandes de Europa. Eso sí, nadie abonaría lo que los culés pagaron por él --105 millones de euros-- y perderían una pieza que todavía puede explotar.
Messi, Griezmann y Dembelé en un entrenamiento del Barça / FC Barcelona
Si se queda, el Mosquito tendría más competencia que nunca. Este año ha tenido que competir con Messi, Suárez, Griezmann, Ansu y ahora cabe sumarle Martin Braithwaite, que llegó para reemplazarlo. El Barça ya tiene atado a Francisco Trincao y --prácticamente-- a Lautaro Martínez. Ocho delanteros para tres posiciones.