Los jugadores del Barça han participado este sábado en la segunda sesión de entrenamientos individualizados, después de más de sesenta días confinados en sus hogares por la crisis del coronavirus. Tras realizarse el test del coronavirus el pasado miércoles, y descubrir que ningún miembro de la primera plantilla estaba contagiado, las autoridades sanitarias dieron luz verde a volver a los entrenamientos.
Sin embargo, las primeras semanas estarán muy lejos de la normalidad. Las sesiones se centrarán en trabajo físico, y se realizarán de forma individual, en tres campos distintos, y respetando siempre la distancia de seguridad. El primer grupo se citó este sábado a las 9.30 horas, y el segundo alrededor de las 11.30 horas. Además, hay que destacar que estos primeros días Setién está citando hasta a seis jugadores del filial: Iñaki Peña, Araujo, Collado, Monchu, Riqui Puig y Ansu Fati.
Gerard Piqué, en un entrenamiento con el Barça | FCB
Por otra parte, según informó el diario As, el estado físico de los futbolistas es mejor de lo esperado por los técnicos y preparadores físicos. Concretamente, los preparadores esperaban una pérdida de entre un 65 y un 70 por ciento de sus condiciones óptimas para competir, pero esa pérdida se sitúa en torno al 50 y el 60 por ciento.
Los jugadores han cumplido las instrucciones de los preparadores físicos durante el confinamiento: el peso sólo se ha incrementado de promedio entre 0,5 y 1,3 kilos (el límite estaba en los 2 kilos) así como el índice de grasa corporal ha aumentado de un 0,3 a un 0,7% -el listón estaba en un 1%.
Mala noticia: lesión de Umtiti
En cuanto a las malas noticias, hay que destacar que el entrenamiento de este sábado contó con la ausencia de Samuel Umtiti. Según informaron los servicios médicos del club, el central francés sufre una lesión en el sóleo de la pierna derecha, y su evolución marcará la disponibilidad para próximas sesiones.
Unos problemas físicos que no hacen sino reforzar de nuevo la idea de que el estado de Umtiti no ofrece garantías. Y es que en cuatro temporadas, ya son 58 los partidos que se ha perdido el galo, lo que implica que ha estado más de nueve meses en la enfermería. Unos datos contundentes que refuerzan el miedo del club azulgrana con el ex del Lyon, y que le colocan en la rampa de salida para el próximo verano.