Este próximo verano se prevé clave tanto para canteranos como para cedidos en el Barça. Las pérdidas provocadas por la crisis del coronavirus obligará al club culé a cambiar por completo su estrategia en el mercado de fichajes. Y con muchos de los pesos pesados superando ya la treintena, tendrá que apostar por el cada vez más necesario y a la vez inevitable cambio de ciclo, sin prácticamente presupuesto.
Al descenso de ingresos por ticketing y merchandising, a causa de la suspensión de actividades y competiciones; se podría unir también los abonos del curso que viene. Y es que se prevé un Camp Nou sin público hasta, como mínimo, el mes de noviembre. Además, el ERTE tramitado o la reducción salarial del 70% pactada con los deportistas podrían no ser suficientes para salvar la masa salarial del club, y unos presupuestos que podrían pasar de los 1000 millones a menos de 800 el curso que viene.
Abidal y Òscar Grau en una imagen de archivo / EFE
En este sentido, todo esto comportará que el club culé prácticamente no pueda hacer grandes inversiones por estrellas. Como mucho, se intentará hacer un esfuerzo titánico por cerrar la operación de Lautaro Martínez, que cada vez está más ecerca del Barça. Pero poco más. Lo que implicará que la secretaría técnica tenga que planificar la próxima temporada pensando especialmente en los cedidos que volverán al equipo, y que no han tenido un año especialmente positivo en sus destinos.
Solo cuatro se revalorizan
Según datos del portal especializado Transfermarkt, solo cuatro futbolistas del FC Barcelona que han estado en préstamo este curso han conseguido revalorizarse. Sin embargo, a prácticamente todos les espera un futuro lejos del Camp Nou. Estos son Cucurella, que ha pasado de seis a 18 millones, por lo que todo hace indicar que el Getafe utilizará la cláusula de su contrato para adquirirlo en propiedad por solo seis kilos.
También es destacable el caso de Emerson, jugador fichado por el Barça, pero cedido al Betis hasta 2021. Se ha convertido en una de las grandes promesas de la Liga, e incluso muchos lo consideran ya el mejor lateral derecho de la competición. El conjunto culé estudia indemnizar a los béticos para recuperarle ya. Su valor ha pasado de los 12 a los 18 millones.
Todibo y Wagué tratan de parar a Lautaro Martínez / EFE
Por su parte, está el caso de Todibo y Wagué, que salieron el pasado invierno rumbo a Schalke y Niza. El primero se ganó un puesto en el once, y demostró grandes cualidades y proyección. Se valor prácticamente se ha doblado en pocos meses, y podría ser traspasado por cerca de 25 millones. Por su parte, el segundo ya ha vuelto a Barcelona después de que se diese por finalizada la Ligue1. No ha tenido mucho protagonismo, pero ha subido su valor.
Los que bajan su precio
En cuanto a los jugadores que se devaluan, el ejemplo más evidente es el de Philippe Coutinho. El fichaje más caro de la historia del club también se puede convertir en una de las peores operaciones de la historia del Barça. El Bayern, que pagó 8,5 millones de euros por una cesión de un año, no abonará los 120 millones existentes en la opción de compra. Quique Setién no descarta su vuelta, aunque todo se encamina a un traspaso a la Premier. Su valor actual es de 56 millones de euros.
Coutinho en una imagen de archivo con el Bayern / EFE
Carles Aleñá también está en el punto de mira del técnico santanderino, pese a que su etapa en el Betis no ha sido la más fructífera. No ha conseguido ganarse la titularidad y la suspensión de torneos llegó en su mejor momento. Volverá al Camp Nou el próximo verano, donde podría ganarse un hueco en el centro del campo. Su valor, en un solo año, ha pasado de los 30 a los 18 millones.
Un caso similar es el de Rafinha, cedido al Celta (sin opción de compra). Al hispano-brasileño le ha beneficiado especialmente la llegada de Óscar García al banquillo de Balaídos, con el que se ha encontrado a gusto (23 partidos, dos goles, dos asistencias). Ejerce de líder, siempre y cuando las lesiones le respeten. Cuando se marchó del Barça, Transfermarkt lo tasó en 15 millones, ahora vale 9,5. Sin embargo, el precio del conjunto culé para facilitar su salida se iría hasta los 16 kilos.
Carles Aleñá en un partido del Barça / EFE
Finalmente, más incógnita es el futuro de dos jóvenes que tuvieron que marcharse para seguir creciendo. Con una suerte muy dispar. Oriol Busquets ha ofrecido un gran rendimiento en la Eredivisie con el Twente, y se ha convertido en una de las grandes sorpresas de la liga holandesa. Volverá al Barça este verano, donde no se descarta que forme parte de la pretemporada, para intentar convencer a Setién que merece un hueco en el equipo. Juega de mediocentro defensivo o incluso como central, y su valor se ha rebajado mínimamente de los 2,5 millones a los 2,3.
Menos fortuna ha tenido Miranda, al que una lesión frenó por completo su progresión. Ha jugado solo cinco partidos, y pese a que está cedido hasta junio de 2021, puede regresar al no haber sido alineado en 20 partidos. Transfermarkt lo tasó en cinco millones cuando salió del Barça, ahora vale cuatro.