Es el gran deseado y, al mismo tiempo, el gran repudiado. Un jugador capaz de generar absoluta unanimidad con su talento sobre el terreno de juego y que a su vez puede tener completamente dividido al barcelonismo. Le lastran sus salidas de tono fuera del verde y una predilección por el dinero que su padre pregona a los cuatro vientos.
A pesar de los aspectos negativos que podrían servir para calificar a Neymar de traidor, vendido e incluso chantajista, la realidad es que sigue siendo uno de los mejores futbolistas del mundo. Otra realidad es que Leo Messi anhela volverlo a tener en su equipo. Y una tercera realidad es que el FC Barcelona contemplará su fichaje mientras existan posibilidades económicas. Esto es, con permiso del coronavirus.
Lo más importante de todo es que el futbolista todavía quiere regresar al Camp Nou. Según informan fuentes de la zona noble azulgrana a Culemanía, Neymar mantiene intacto su deseo de volver al Barça y, si este verano se dan las circunstancias, nuevamente hará todo lo posible para forzar la máquina y sellar su billete de regreso a su añorada Barcelona.
A dos bandas
Una información que ha sido ratificada a este medio después de que el propio Messi la afirmase en una entrevista a Mundo Deportivo concedida a principios de año: “Él quiere volver”. Neymar quiere estar nuevamente junto a su amigo Leo y su socio Luis Suárez. Y los dos cracks del Barça anhelan recuperar a la tercera punta del tridente que les llevó a conquistar la Champions de Berlín en 2015, la quinta en la historia del club.
Neymar reconoce en su página web que sufre ansiedad por volver a jugar /NJR
Por ahora, Neymar juega a dos bandas. Por un lado, confiesa en privado que sigue deseando volver a Barcelona y caldea el ambiente con demandas que meten más presión a la entidad barcelonista, cuyo músculo financiero prefiere no tener que soportar más pagos extra al brasielño, a la espera de que se resuelva la demanda que los enfrentó en septiembre. Por otro lado, el delantero no quiere más incendios en París y responde a los elogios de Thomas Tuchel con un claro deseo de regresar al PSG para mantener las aguas calmadas cuando termine el confinamiento.
Pero no se trata solo de que desee regresar. Ni de que lo quiera Messi, que lo quiere, y mucho. Se trata de que también lo quieren algunos miembros de la junta directiva actual e incluso el influyente expresidente Sandro Rosell recalcó que sería un gran acierto volver a fichar al astro carioca. La dificultad está en averiguar la manera de llevar a cabo la operación.
Las claves de la operación
Una misión que corresponde al secretario técnico Eric Abidal, quién ya fracasó el verano pasado con sus frustrantes visitas a París. El Barça negoció un acuerdo por valor de 130 millones de euros que suponía la inclusión de tres futbolistas: Rakitic, Todibo y la cesión de Dembelé. Sin embargo, el PSG exigía, al menos, 20 millones de euros más.
Finalmente, ni Òscar Grau ni Bartomeu quisieron autorizar una operación que podía dejar muy mermada la tesorería de la entidad. Lo que evidencia que de hacerse la operación este verano, solo podría darse con la inclusión de, al menos, otro jugador valorado en torno a los 100 millones de euros. Y los tres que tiene el Barça de ese perfil en el escaparate son el devaluado Coutinho, el lesionado Dembelé y el recién llegado Griezmann.
Dembelé, Griezmann y Coutinho, cracks pagados a precios de súper estrella por el Barça / CM
La posibilidad de incorporar a un crack francés agrada mucho en el club parisino, como también la opción de incluir a segundas y terceras espadas. Umtiti, Todibo, Semedo y nuevamente Rakitic son los favoritos.
Consecuenias
Lo que a día de hoy queda patente es que abordar la operación Neymar supone renunciar irremediablemente al fichaje de Lautaro Martínez. El delantero argentino es el preferido de la secretaría técnica, que lleva años tras su pista, es más joven que el brasileño (22 contra 28 años) y saldría más barato. La imposibilidad de cerrar dos operaciones de semejante calibre – a menos que el club se desprendiese de Griezmann, Coutinho y Dembelé el mismo verano– hace que de momento el Barça trabaje en las dos vías, a la espera de cómo evoluciona todo.
La entidad azulgrana tiene un plan de rejuvenecimiento, donde futbolistas como Aleñá, Ansu Fati y tal vez Riqui Puig pueden empezar a tener más peso en la plantilla. Pero igualmente sería necesario reforzar una posición del centro del campo y la mermada defensa. Demasiado fichaje para tiempos de crisis y una conclusión: tan solo 10 futbolistas están a salvo.