El Barça está obligado el próximo verano a empezar con el inevitable cambio de ciclo de la plantilla. Muchos de los pesos pesados del equipo, como Piqué, Leo Messi o Luis Suárez superan la treintena, y cada vez les queda menos fútbol en sus botas. A esta lista hay que añadir a Sergio Busquets, un jugador clave para la formación azulgrana.
Sergio Busquets, Leo Messi, Gerard Piqué y Jordi Alba en un entrenamiento / FC Barcelona
En este sentido, la secretaría técnica, con Eric Abidal a la cabeza, ha empezado a trabajar en el relevo generacional del vestuario. En concreto, preocupa especialmente la situación del de Badia del Vallés. Busquets es uno de los mejores del mundo cuando el contexto le favorece. En el juego de posición y de toque no tiene rival. No obstante, con los años el Barça cada vez está sabiendo mantener menos este estilo, y Busi está saliendo especialmente perjudicado.
Por eso, el club culé sigue peinando el mercado para encontrarle un sustituto de garantías. Un jugador joven capaz de adaptarse al estilo de juego azulgrana, y también que cuente con una versatilidad para ser útil cuando los partidos se descontrolan. Uno de los grandes favoritos es el jugador del Tottenham, Tanguy Ndombelé. Los problemas del internacional francés, de solo 23 años, con su entrenador Jose Mourinho le han colocado en el mercado.
Tanguy Ndombelé en un partido del Tottenham Hotspur / EFE
El gran inconveniente es su precio. El club inglés no dejaría marcharlo por menos de 70 millones de euros. Una cifra poco asumible para el Barça, y más teniendo en cuenta que sus grandes necesidades están en la parte ofensiva. Por eso, Eric Abidal se ha fijado en otras alternativas mucho más económicas, y que podrían dar un rendimiento notable.
La alternativa low-cost a Ndombelé
En este rastreo que ha ido haciendo el Barça, el jugador que ha cogido enteros para ser uno de los principales objetivos es Eduardo Camavinga. A sus 17 años, el centrocampista angolano está brillando en Rennes. Convence su combinación de capacidad física, junto al talento para jugar en diferentes posiciones del centro del campo. Además, su enorme proyección es otra de las características que convence al club catalán.
No obstante, sacarle de Francia no será fácil. Media Europa se ha fijado en el jugador del Rennes. Además, el equipo francés intentará aprovechar este interés de la mayoría de superpotencias para inflar su precio. Diferentes afirmaciones apuntan que podrían pedir por él cerca de 100 millones de euros. Sin embargo, la realidad es que al tratarse de un jugador de 17 años, difícilmente ningún club pagará esa desorbitada cantidad por él.
Por tanto, se trataría de una negociación compleja. Su contrato acaba en 2022, y parece claro que no renovará. No obstante, y aunque es un futbolista con las condiciones para ser uno de los mejores centrocampistas del mundo en los próximos años, difícilmente se hará una inversión tan importante por él.
Con ese argumento puede jugar el Barça en la negociación. Ofrecerle la oportunidad de crecer junto a los mejores del mundo, y en unos años ser el heredero del equipo. Si se consigue que el jugador acepte, todo sería mucho más sencillo y su contratación podría abaratarse de forma notable.