Leo Messi quiere volver a estar en lo más alto con el Barça, a coronarse campeón de la Champions League y a liderar el equipo más temido en Europa; algo que no está ocurriendo en los últimos años. El equipo no tiene la solidez de años anteriores y muestran una irregularidad que no les hace ser los mejores del continente.
El argentino es consciente que, si se quiere optar por el triplete, se deben reforzar varias posiciones y todo apunta que de este verano no pasará. La plantilla empieza a ser mayor y a Josep Maria Bartomeu solamente le queda un año de mandato. A pesar de la crisis del coronavirus, todo lo que no sea una remodelación del equipo, será sorprendente.
La delantera, el gran reto
Las posiciones ofensivas están quedando señaladas los últimos cursos. Luis Suárez va de bajada y los sustitutos de Neymar Junior; Griezmann, Coutinho y Dembelé, han sido un fracaso. Por ese motivo, no se descarta una venta -o un trueque- de alguno de los tres para ver de vuelta al brasileño en el Camp Nou.
Neymar Junior celebrando su segundo gol en el LOSC-PSG / EFE
El argentino siempre se ha mojado públicamente a favor del extremo del PSG. Se entendían muy bien dentro y fuera del campo y es la gran apuesta del 10, pero entiende la dificultad de la situación y de las negociaciones con Nasser Al-Khelaifi. Es su gran favorito -y de parte del vestuario- aunque la operación es realmente complicada.
Más posible es que llegue Lautaro Martínez, delantero del Inter de Milán, si el Barça abona 111 millones de euros de cláusula. A Messi le convence, aunque no tanto como Neymar. Se llevan muy bien y son compañeros de la selección, donde ya han mostrado cierta conexión. Sería una apuesta de club, más que de las vacas sagradas.
La revolución del centro del campo
Todo apunta que Ivan Rakitic y Arturo Vidal abandonarán este verano Barcelona. Es por ese motivo que el club busca dos figuras en el mercado para la medular: un centrocampista interior con llegada y otro más organizador que, como De Jong, pueda ocupar las tres posiciones de la medular.
Como opción ofensiva quien más convence es Fabián Ruiz, interior del Nápoles, pero no el único. En la lista de futuribles hay otros nombres como Saúl Níguez (Atlético de Madrid) o el joven de 20 años Kai Havertz (Bayer Leverkusen). El favorito es el ex del Betis por posición -interior puro- y estilo azulgrana. A eso cabe sumarle su buena relación con Quique Setién.
Para sustituir a la larga a Sergio Busquets se barajan otras alternativas, aunque la más natural sería reubicar a De Jong. Suenan nombres como Eduardo Camavinga (Rennes) o Tanguy Ndombelé (Tottenham Hotspur), cuya inversión sería superior a la esperada. Ganan puntos dar más opciones a canteranos como Carles Aleñá o Riqui Puig en el sitio del holandés.
El dolor de cabeza de la defensa
Ya desde el pasado verano están sonando muchos nombres para reforzar la zaga defensiva. Matthijs de Ligt se escapó, pero la próxima ventana de fichajes podría llegar un central consolidado de presente y de futuro. La secretaría técnica trabaja en varias opciones de la Liga como Diego Carlos (Sevilla) o José Giménez (Atlético de Madrid), también internacionales como Upamecano (RB Leipzig) o Romagnoli (Milan AC).
El lateral izquierdo también es un dolor de cabeza. Cuando no está Jordi Alba, el equipo muestra sus deficiencias. Por ese motivo se estudian opciones como Benjamin Mendy (Manchester City), Telles (Oporto) o Guerreiro (Borussia Dortmund). Pero quien gana adeptos -Messi incluido- es la alternativa David Alaba, del Bayern de Múnich, que se niega a renovar y podría ocupar varias posiciones como la banda o el eje de la defensa.
Los pesos pesados del vestuario, con el argentino en cabeza, son conscientes que el equipo necesita un cambio, sangre joven que revitalice un conjunto que ya no es el mismo. El Barça ya se ha puesto manos a la obra en reforzar las diferentes zonas del campo con vistas al presente y al futuro.