Un nuevo cisma ha golpeado con fuerza al Barça en los últimos días. El presidente Josep María Bartomeu decidió tomar cartas en el asunto, antes las supuestas filtraciones a la prensa por parte de miembros de su junta directiva, sobre el ERTE y las medidas de la entidad para asegurar la viabilidad económica tras las pérdidas provocadas por el coronavirus.
En este sentido, el máximo mandatario culé decidió poner en el punto de mira a dos de sus vicepresidentes, Emili Rousaud y Quique Tombas. Bartomeu consideró que ambos, dos de sus hombres de mayor confianza, les habían sido desleales, y los convirtió en vocales. Una decisión que pronto tuvo respuesta por parte de Rousaud, el nombre que sonaba con más fuerza para liderar la candidatura continuista en las próximas elecciones, y que cargó duramente contra el presidente azulgrana.
Bartomeu, Cardoner, Teixidor, Bordas, Elías y otros miembros de la directiva del Barça en el Camp Nou / EFE
Las últimas decisiones dejan a un Bartomeu desprotegido, y con cada vez menos apoyos, en su último año de mandato. Con una clara división en la junta directiva, al máximo mandatario del Barça solo le queda aferrarse al vestuario y a los jugadores, para conseguir un apoyo que le permita acabar con tranquilidad su etapa al frente del club azulgrana. Y para ello, tendrá que acabar de ganarse al futbolista más importante de la plantilla, Leo Messi.
Neymar, el gran argumento para hacer feliz a Messi
Una de las grandes armas que intentará utilizar Bartomeu para hacer feliz a Messi es el fichaje de Neymar Junior el próximo verano. Aunque el gran objetivo es conseguir a Lautaro Martínez como relevo de Luis Suárez, la llegada del brasileño sería un golpe de autoridad. Un traspaso bomba exigido sobre todo por el capitán azulgrana. Leo ha avalado tanto la llegada del jugador del Inter, como la de Griezmann el curso pasado. Pero sin duda, su gran deseo es volver a jugar con Ney.
Neymar, junto a Leo Messi en el Barça | EFE
Y en el año que le queda a Bartomeu como presidente, y con parte de la directiva en su contra, solo le queda darlo todo para intentar ganarse a un vestuario con vituperios hacia él. Si consigue aferrarse a Messi, y conseguir su complicidad y apoyo absoluto, tendrá gran parte de la batalla ganada.
Por tanto, ahora todo depende del astro argentino. Tiene la sartén por el mango. Ante la desesperación de Bartomeu, y la evidente necesidad del PSG de desprenderse de un jugador que no deja de dar muestras de querer volver al Camp Nou, Messi podría insistir al club a realizar una ofensiva final por su amigo. Es la única alternativa que le queda al presidente para acabar plácidamente su mandato. O la única opción para acabarlo. Sin más.
Leo Messi y Josep Maria Bartomeu sellan su vinculación con el Barça / FCB