Carlos Vela lleva ya varios mercados de fichajes sonando para reforzar al Barça. El conjunto azulgrana, fruto de la poca planificación deportiva en los últimos años, se ha visto con la necesidad de recurrir a algún fichaje en mitad de las dos últimas temporadas. El objetivo, el mismo: encontrar un delantero asequible y de garantías para ayudar a la plantilla a conseguir los mejores resultados posibles.
En 2018, el Barça tuvo que inspeccionar el mercado tras la salida de Munir rumbo al Sevilla. La apuesta final del club fue Kevin-Prince Boateng, que se marchó a los pocos meses sin ni siquiera estrenarse. Este año, tras las lesión de Luis Suárez, el conjunto catalán fue en busca de un nuevo ariete para sustituir al charrúa. No obstante, no se encontró a ninguno que cumpliese las expectativas y se creyó que Dembelé podría realizar este papel.
Carlos Vela celebrando un gol con Los Ángeles FC / EFE
Sin embargo, la mala fortuna volvió a cebarse con el equipo culé, y el joven atacante galo cayó lesionado de gravedad, días después de que se cerrase el mercado. En este sentido, su problema físico fue tan grave que el Barça encontró la forma de poder fichar a un sustituto. Y el elegido fue el danés Martin Braithwaite, que de momento no ha empezado con mal pie.
En los dos años, sonaron muchos goleadores para llegar al Camp Nou. Jugadores de todos los precios y características. Pero hubo uno que, de forma pública y en reiteradas ocasiones, mostró su deseo de fichar por el Barça: el mexicano Carlos Vela.
Los detalles de su fichaje frustrado
Fue en 2019 cuando el actual jugador de Los Angeles FC estuvo más cerca de recalar en el FC Barcelona, según él mismo detalló en una entrevista en la revista ‘GQ’ México. “El Barça planteó un escenario de cuatro meses en ese momento y yo lo aceptaba porque era una oportunidad muy buena. No fue decir: “Ah, quiero dos años y si no, no voy”. Dijeron cuatro meses y voy cuatro”, confesó.
Pero entonces, todo se truncó por culpa de los deseos de su club, que había encontrado en él una estrella y no quería desprenderse de ella. Así recordó Vela aquel freno a su salto al Camp Nou: “No me dio facilidades el club LAFC para salir, aunque es entendible. Al final, buscan lo mejor para ellos y cada uno para sí mismo. Lo intenté y no se dio, y no pasa nada porque estoy más que feliz aquí”.
Parece que esta decisión no afectó de forma excesiva al mexicano, que acabó esa temporada como máximo goleador de la MLS con 34 goles. Veremos si al ex de la Real Sociedad, de 31 años, le vuelve a pasar alguna vez el tren del Barça en un futuro.