El Barça, como la mayoría de los clubes deportivos, está quedando muy expuesto ante la crisis del coronavirus. Según avanzó Culemanía la semana pasada, la entidad azulgrana se juega dejar de ingresar entre 130 y 200 millones de euros. Las cuentas quedarían en jaque.
Por ese motivo, el club estudia la posibilidad de una posible reducción de los salarios de los deportistas profesionales. Esta es la solución que se puso sobre la mesa en una reunión virtual celebrada este viernes entre el presidente Josep Maria Bartomeu y el resto de los miembros de la junta directiva.
Tal es la importancia económica de la crisis, que el máximo mandatario sondeó a los capitanes del primer equipo -y de algunas secciones- para tratar el asunto, como también avanzó este medio en primicia. Habló directamente con los cuatro capitanes del primer equipo -Messi, Busquets, Piqué y Sergi Roberto- sobre la posibilidad de rebajarse voluntariamente la ficha hasta que todo vuelva a la normalidad.
Roberto, Messi, Busquets y Piqué; los cuatro capitanes del Barça / FC Barcelona
En ningún momento se comentaron detalles como cantidades concretas o porcentajes. Era solamente una primera toma de contacto para saber qué opinaban los pesos pesados. Fueron comprensivos con la situación, pero apuntaron que no pueden hablar en nombre del vestuario y que deben consultarlo con toda la plantilla.
El club se juega la viabilidad económica. El curso pasado se destinaron 523 millones de euros en nóminas deportivas, un 55% de los 973 millones gastados. En este ejercicio no se podría contemplar tal desembolso teniendo en cuenta que la actividad económica se verá reducida más con las dos semanas extra de confinamiento, que probablemente serán más.
El motivo oculto
El deseo de los futbolistas y de toda la ciudadanía en general es que esta situación llegue a su fin. El Barça preveía una revolución este mercado veraniego con la llegada de futbolistas consolidados, algo que quedaría en peligro. Gustan mucho Lautaro Martínez y Fabián Ruiz, pero no se descarta en absoluto la firma de Neymar Junior. Traerlos a todos parece imposible.
Neymar Junior celebrando su gol contra el Galatasaray / EFE
Los pesos pesados del vestuario contemplan el hecho de rebajarse puntualmente el sueldo como un detalle hacia la junta directiva para darles más margen de maniobra respecto al verano. Por ese motivo, no se descarta tampoco como un guiño hacia el mercado, pidiendo un enésimo esfuerzo para el fichaje del brasileño.
No es la primera vez que se pone sobre la mesa esta posibilidad. Ahora es debido al coronavirus, pero Gerard Piqué desveló en septiembre que el núcleo duro del vestuario ya habló con el presidente Bartomeu sobre una posible aplazamiento del pago de las fichas para ver de vuelta a Neymar Junior.
El vestuario ya ofreció ayuda a Bartomeu
“Le dijimos a Bartomeu que si había que aplazar pagos en los contratos para ajustar el fair-play financiero y fichar a Neymar, lo hacíamos. Nos retocábamos el contrato”, explicó el central en una entrevista. No tendría que haber motivo para no hacerlo en esta situación excepcional y aprovecharla para afrontar el mercado.
Messi, Neymar y Piqué en una imagen de archivo / EFE
De momento, no se ha tomado ninguna decisión al respecto. El club espera a la ECA -Asociación Europea de Clubes-, que se reunirá este lunes para proponer un plan de contingencia y estudiar una reducción general de los salarios de las plantillas de los equipos profesionales del fútbol europeo.
Independientemente de lo que decida la ECA, el Barça quiere limitar las acciones solidarias de los jugadores en términos económicos. Esta responsabilidad corresponde a los dirigentes de la entidad y ya se rechazó la propuesta explicada por Piqué en verano pues “solamente al club correspondía hacerse cargo del fichaje”.
La única vía para fichar a Neymar
Sin embargo, ante este nuevo escenario a nadie escapa que la única manera de poder afrontar un fichaje como el de Neymar en verano a pesar de las millonarias pérdidas que se pueden generar en el club, es que haya una reducción de salarios. Solo así el Barça podría garantizar su habitual presupuesto para fichajes, que suele rondar los 150 o 200 millones de euros en los últimos años.