Se espera un verano movido en Can Barça. La secretaría prevé una auténtica revolución de cara a la próxima temporada. Se quieren despedir a varios jugadores de la primera plantilla y fichar a auténticos cracks que rejuvenezcan y den un salto de calidad a un equipo que parece cansado física y anímicamente
Esta temporada los aficionados han visto como se iban del Camp Nou en calidad de cedidos varios jugadores. Coutinho, Aleñá, Wagué, Todibo y Carles Pérez son solo alguno de ellos. Este último ya se sabe que continuará en la Roma AS. Hace unas semanas, los italianos hicieron público que ejercerán la compra del extremo.
Quien es toda una incógnita es Rafinha Alcántara, cedido al Celta de Vigo desde el mes de septiembre. El Barça obligó al jugador a renovar el contrato hasta junio de 2021 si quería salir de préstamo. Se fue a Balaídos por 1,5 millones de euros la temporada y los gallegos ya estudian ficharlo definitivamente.
Objetivo del Celta
Según se informa desde Vigo, los celestes se quieren quedar con el brasileño. Así le han manifestado al Barça y al propio jugador. La cesión no contempla opción ni obligación de compra y seguro que tendrá muchas ofertas sobre la mesa para desvincularse definitivamente de los azulgranas.
Rafinha en una acción de juego contra el Madrid / EFE
Rafinha en una acción de juego contra el Madrid / EFE
La idea de los catalanes es venderlo al mejor postor pues no cuentan con él la próxima temporada y es una buena manera de obtener ingresos, ahora más necesarios que nunca. El club pide como mínimo unos 15 millones de euros, una contraoferta que el Celta ya está estudiando detenidamente.
El brasileño de 27 años está muy a gusto en Vigo, se siente muy querido por la afición y por el entrenador, Òscar Garcia. Su rendimiento ha ido de menos a más y ha servido al equipo para salir del descenso. Actualmente son 17 clasificados, un punto por encima de la zona de peligro.
El pequeño de los Alcántara ha jugado de titular 17 partidos con los celestes y dos como suplente. Parece que ha vencido definitivamente el peor enemigo de sus últimos años: las lesiones. Está firmando una buena temporada -a pesar del rendimiento del equipo- y vuelve a ser deseado en el mercado de fichajes.