El Barça no consigue imponer su estilo de juego en los últimos partidos. La buena primera parte contra el Real Madrid fue un espejismo en un mar de dudas. Contra Nápoles, Real Sociedad y la segunda parte contra los blancos el centro del campo despareció y fue completamente superado por el rival.
Pocos se imaginaban que una plantilla con Arthur Melo, Sergio Busquets y Frenkie de Jong liderados por Quique Setién tuviera tantos problemas por controlar el tempo del partido. Contra los vascos se vio un nuevo ejemplo de ello. Merino, Guevara y Odegaard hicieron lo que quisieron con ellos, sobre todo en el segundo tiempo.
Frenkie de Jong con Sergio Busquets en un entrenamiento / FC Barcelona
La realidad es que el Pulpo de Badia no está en el estado de forma que nos tiene acostumbrados. Cuando el juego es en estático es uno de los mejores pivotes del mundo, pero cuando toca defenderse y correr muestra sus carencias. Si esto sigue así, no sería nada descartable que el holandés le coja su relevo el próximo curso en el centro de la medular.
En la línea de salida
Sergio Busquets es uno de los jugadores que más pagan la acumulación de minutos, pero sigue siendo imprescindible. Aunque a sus 31 años podría intercalar titularidades y suplencias la próxima temporada, debería seguir en la plantilla por su liderazgo y conocimientos del fútbol de toque. Es el segundo capitán y todavía tiene mucho que decir.
Más discutible es el papel de Ivan Rakitic (32) y Arturo Vidal (32). Los dos empezaron el curso con un pie fuera del equipo y con el papel de revulsivo, pero han tenido muchos minutos de titular, sobre todo el chileno. Ambos están firmando un curso muy gris y sus salidas podrían ayudar a generar ingresos para traer a un centrocampista joven y consolidado.
Un fichaje top y dos canteranos
De lo que el club ingrese por los dos veteranos centrocampistas saldrá parte del desembolso que se deberá realizar para el refuerzo de la medular. La prioridad es el delantero centro, pero ya se trabaja en un interior. Gusta mucho Fabián Ruiz, del Nápoles, y Saúl Ñíguez, del Atlético de Madrid. Si uno de los dos aterriza al Camp Nou, sería para ser titular indiscutible junto a De Jong.
Los otros dos refuerzos serían sin inversión. Se trataría de dar confianza a esos canteranos que no han tenido oportunidades en el primer equipo. El primero sería Carles Aleñá, que está en el Real Betis cedido hasta el mes de julio. El de Mataró encajaría a la perfección en los esquemas de Quique Setién y tiene calidad suficiente para brillar.
También se contempla la posibilidad de que Riqui Puig de el salto del filial al primer equipo. Sigue rindiendo muy bien en el Estadi Johan Cruyff pero apenas ha tenido protagonismo con los mayores. Contra el Llagostera (3-2) se vio un nuevo ejemplo de ello. Fue él quien lideró el juego, otra jornada más. Aunque su papel sería de suplente en un principio, podría dar descanso a los titulares.
Setién, junto a Riqui Puig en el entrenamiento | EFE
El rendimiento de este equipo está lanzando varios mensajes a la secretaría técnica. Busquets, Rakitic y Vidal se están haciendo mayores y pagan muy caro los esfuerzos físicos y la acumulación de partidos. Por ese motivo ya se trabaja en varias alternativas para reforzar el equipo el próximo verano: un fichaje y dos canteranos.