Victoria sufrida del FC Barcelona contra la Real Sociedad. El conjunto azulgrana sudó sangre para superar a un equipo que se ha convertido en una de las grandes revelaciones de la temporada. Los de Imanol Alguacil fueron el primer cuadro capaz de discutir la posesión a los catalanes desde la llegada de Quique Setién.
El VAR salió al rescate de los culés cuando peor lo estaban pasando. Le Normand tocó el esférico con la mano dentro del área, el colegiado indicó penalti y Messi transformó a placer. La imagen y las sensaciones no fueron las más óptimas, pero en este punto de la temporada lo verdaderamente importante es lograr los tres puntos. Como sea.
De más a menos
Aunque el resultado final fue escueto (1-0), no hubiera sido descabellado que el FC Barcelona se marchara al descanso con una ventaja considerable. Braithwaite y Leo Messi tuvieron un par de ocasiones cada uno para adelantar a los blaugranas en el marcador. Remiro y la falta de puntería mantuvieron a los vascos con vida en el encuentro.
Martin Braithwaite ante Diego Llorente / EFE
Tras la reanudación, se volvió a repetir el guión del Santiago Bernabéu. El conjunto txuri-urdin adelantó las líneas de presión y asfixió a los de Quique Setién. El equipo catalán no pudo salir con comodidad desde atrás y en muchas ocasiones tuvo que hacer desplazamientos en largo para evitar disgustos.
En ciertas fases de la segunda mitad, solo hubo un club sobre el terreno de juego. Los azulgranas estaban completamente ausentes. Messi, Braithwaite y Griezmann apenas entraban en juego porque no les llegaban balones. En el otro lado, Oyarzabal, Portu y Monreal amenazaban constantemente la portería de Ter Stegen.
Milagro y cerrojo
Tras el tanto desde los once metros de Leo Messi, la Real Sociedad puso una marcha más. Tuvo aún más posesión y el FC Barcelona no podía hacer otra cosa que no fuera achicar agua. No llegó a poner en verdaderos apuros a Marc-André Ter Stegen, pero la sensación de peligro era constante.
Una imagen del Barça-Real Sociedad / EFE
Era tal el dominio txuri-urdin que Setién se vio obligado a hacer un cambio defensivo. Introdujo a Junior Firpo en lugar de Martin Braithwaite y desplazó a Jordi Alba al extremo izquierdo. El experimento estuvo a punto de salirle bien. El de l'Hospitalet anotó el segundo en las postrimerías del choque, pero fue anulado por fuera de juego previo de Ansu Fati.
El FC Barcelona tiene mucho trabajo por delante si quiere aspirar a los grandes títulos. Con el nivel actual, cualquier equipo puede dar un susto a los azulgranas. Parafraseando a Leo Messi, al conjunto catalán aún no le alcanza para ganar la Champions.