Arturo Vidal, castigado con retraso

Arturo Vidal es capaz de lo mejor y lo peor. En tan solo 90 minutos. Es algo que se vio, por ejemplo, en Nápoles. El futbolista chileno completó un buen encuentro, asfixiando a los rivales en la presión y ayudando al FC Barcelona en fase ofensiva. Puso la intensidad que unos octavos de final de la Champions League requerían.

Su partido era notable hasta que se le cruzaron los cables. Cometió una dura falta sobre Mario Rui y vio la cartulina amarilla. Instantes después, el lateral portugués se le encaró y él cayó en la trampa. Tuvieron más que palabras y vieron una tarjeta cada uno. La de Vidal fue la segunda, por lo que dejó con 10 al Barça durante la recta final del choque y se perderá la vuelta.

Castigo

Se esperaba que, como consecuencia de esa autoexpulsión, Vidal recibiera un toque. No llegó en el Santiago Bernabéu, donde volvió a ser titular ocupando el flanco derecho del ataque. Una vez más, se mostró muy intenso en una presión que puso contra las cuerdas al Real Madrid durante la primera mitad.

Arturo Vidal durante el partido del clásico / FC Barcelona

El castigo al chileno por su error en Nápoles llegó este sábado, en el encuentro frente a la Real Sociedad. Setién volvió al 4-3-3, se decantó por Martin Braithwaite para el ataque y por Ivan Rakitic para la medular. El futbolista croata debía aportar pausa y temple, cualidades que no posee Vidal.

El toque acabó en el 74'. Rakitic completó un encuentro horrendo y, aún con 0-0 en el marcador, el FC Barcelona necesitaba energía y futbolistas que pudieran llegar al área contraria. El Camp Nou, que despidió al balcánico entre pitos, recibió al ex de Juventus y Bayern de Múnich con aplausos.

Buenos minutos

Como es habitual, Vidal saltó al terreno de juego y revitalizó al equipo. De hecho, en sus botas nació el penalti de Le Normand. Centró con la izquierda, la jugada no parecía tener peligro pero la suerte sonrió al FC Barcelona. Messi, desde los once metros, hizo el resto y dio los tres puntos a los azulgranas.

Arturo Vidal, obstaculizado por Toni Kroos en el Real Madrid-Barça | FCB

Arturo Vidal es imprevisible. Tanto para los rivales como para sus propios compañeros. Es un futbolista diferente al resto, incansable, pero que a veces se pasa de frenada. Habrá que ver si ha aprendido la lección de Nápoles.