Una de las grandes noticias del Barça esta temporada ha sido sin duda la aparición de Ansu Fati. El joven delantero ha pasado en menos de un año de jugar en el juvenil a triunfar en el Camp Nou. En pocos meses, ha sido capaz de romper récords, hacer historia y ganarse a toda la hinchada azulgrana. Sin embargo, ahora se enfrenta a su reto más difícil: conseguir regularidad e importancia.
Su presencia se ha ido diluyendo en las últimas semanas, sobre todo tras el fichaje del conjunto azulgrana de Martin Braithwaite para la delantera. Y ha perdido protagonismo precisamente en dos de los choques decisivos del curso: ante el Nápoles en Champions y en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid. Un hecho que demuestra que Quique Setién todavía no le ve preparado para los grandes retos, y prefiere apostar por un once mucho más conservador y pragmático, con Arturo Vidal y cuatro centrocampistas.
Ansu Fati, en un calentamiento con el Barça | FCB
Esta falta de importancia queda perfectamente visible si se tienen en cuenta los números: antes de la llegada del danés, jugaba con Setién una media de 81 minutos por encuentro. En cambio, después del refuerzo de Braithwaite, ha pasado a jugar minutos testimoniales, y una media de 4 por partido.
Descontento en La Masía
La nula presencia en el once de los últimos encuentros está provocando que Ansu Fati viva ahora mismo en terreno pantanoso. Sin presencia con el primer equipo, y sin ir convocado tampoco con el filial o el juvenil, su crecimiento puede verse estancado de golpe. Una gestión que también han criticado entrenadores de la Masía, según avanzó el programa Què T'hi Jugues de la Cadena Ser. No se entiende cuáles son los planes que tiene el cuerpo técnico de Setién con él, y no creen que sea un talento que deba dejarse a la improvisación.
Sin embargo, la respuesta por parte de la secretaría técnica es otra: al joven ariete le consideran ya un jugador del primer equipo, con todo lo que eso conlleva. No le dejarán bajar al filial o al juvenil por riesgo a que sufra una lesión, y tendrá que ganarse los minutos.
Por tanto, ni siquiera sus defensores dentro del fútbol base podrán ayudarle en su camino a la gloria. No obstante, la idea del club es que siga teniendo el protagonismo que ha tenido durante todo el curso. El último bajón ha coincidido con duelos clave y con la llegada de un jugador más experimentado como Braithwaite, pero siguen considerando al delantero de 17 años un futbolista muy necesario en la plantilla, y le ayudarán a seguir creciendo con minutos.