El Barça desaprovechó una oportunidad de oro para dar un golpe sobre la mesa en la Liga con su derrota ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. El conjunto azulgrana volvió a mostrarse bipolar en el último clásico liguero del curso. La imagen de control de la primera mitad no se repitió en la segunda, donde los de Quique Setién se vieron sobrepasados por la verticalidad madridista y por sus problemas físicos.
Setién lamentando una ocasión del Barça / EFE
Sin embargo, el conjunto culé no ha dicho adiós al título, ni mucho menos. Los de Zidane solo les sacan un punto con todavía doce finales por disputar. Pero es es cierto que el encuentro en el feudo madridista brindó a Quique Setién mucho material para analizar y corregir, y dejó en muy mal lugar a algunos futbolistas que no estuvieron al nivel esperado.
Los grandes señalados
Cuesta de reconocer, pero uno de los grandes señalados en el clásico fue Leo Messi. El astro argentino tiene muy mal acostumbrado al barcelonismo, pero el domingo dejó escapar algunas oportunidades claras y se mostró superado físicamente. En este sentido, también se le notó la falta de regularidad a Jordi Alba, que fue titular en un escenario tan exigente horas después de haber recibido el alta médica. Y lo notó.
Messi se lamenta en el Clásico ante el Real Madrid | EFE
En la parte ofensiva, Griezmann dio una clase de juego sin balón, con desmarques de ruptura constantes, pero cuando tuvo que participar en las jugadas, se mostró inoperante y poco preciso. Algo de lo que también pecó Semedo, protagonista de grandes acciones pero también de pérdidas inentendibles en la zona defensiva.
Por otra parte, en el centro del campo, De Jong y Busquets se mostraron muy intermitentes, y no consiguieron dar pausa al equipo cuando más lo necesitaba. Por su parte, Arturo Vidal empezó bien, pero se fue apagando con el paso de los minutos. También tuvo un partido con luces y sombras Umtiti, bien con el balón pero insuficiente en defensa. El roto que le hizo Mariano en el segundo gol fue el ejemplo perfecto de que el francés está lejos de ser el central que enamoró a media Europa cuando llegó al club en 2016 y ganó la Copa del Mundo con Francia.
Carne de traspaso y revalorizados
Jugadores, algunos de ellos, que se juegan entrar en el mercado de verano en forma de traspaso si no se ponen las pilas. Tan solo Messi, Busquets, Jordi Alba y De Jong estarían a salvo en estos momentos. Umtiti, Vidal, Semedo y el propio Griezmann están mirados bajo lupa, como otros jugadores cuyo protagonismo ya está cayendo: Dembelé, Rakitic o Junior.
Umtiti en una acción de juego contra el Madrid / EFE
Solo tres de los titulares consiguieron revalorizarse en el choque ante el Real Madrid, y demostraron su importancia dentro del equipo. Ter Stegen, pese a los dos tantos, salvó al equipo con paradas de mucho mérito y tuvo un papel importante en la salida del balón, cuando el conjunto blanco decidió adelantar su línea de presión.
Ter Stegen, tras una intervención contra el Real Madrid | EFE
También fue clave Gerard Piqué, al que solo la mala fortuna le pudo privar de hacer un encuentro prácticamente perfecto en defensa. Incluso fue capaz de salvar un gol desde la misma línea de meta.
Arthur y Braithwaite se gustaron
Por otra parte, Arthur volvió a demostrar que tiene que ser una pieza clave en el once culé. Su primera parte es prácticamente de matrícula de honor. Le falta solamente ser capaz de mostrar este rendimiento durante los 90 minutos, para convertirse en un jugador indispensable en el centro del campo. Condiciones las tiene.
Piqué, en una acción contra el Real Madrid | EFE
Por último, poco se puede decir de los suplentes que salieron para ayudar al equipo. Martin Braithwaite sí se mostró intenso, y de hecho estuvo cerca de adelantar al Barça en el primer balón que tocó. Pero, con el paso de los minutos y con un Madrid crecido, desapareció como todo el equipo. Pocas oportunidades tuvieron también Rakitic y Ansu Fati en el poco tiempo que estuvieron en el terreno de juego.
Una derrota en el Santiago Bernabéu que volvió a poner de manifiesto que el Barça es un equipo con luces, y también muchas sombras.