Griezmann no pudo ser el heroe del Barça. El apodado como 'abrelatas' del equipo tuvo oportunidades pero no consiguió que ninguna ocasión terminase en gol. El francés vivió su primer cláscio como azulgrana en el Santiago Bernabeu y no pudo hacer mucho más por mejorar el resultado.
Setién le colocó en el once titular acompañado por Leo Messi y Arturo Vidal en el ataque. El cántabro decidió cambiarle en el minuto 81 para darle entrada a Ansu Fati. El francés comprobó una vez más como la afiicón del Madrid le dedicaba pitidos cuando tocaba el balón y cuando se marchó del campo.
Bienvenida hostil
Cuando Griezmann era jugador del Atlético de Madrid el equipo blanco fue víctima del francés y el jugador se acostumbró al trato hostil de la afición madridista. Ahora defiende la camiseta del eterno rival y el recibimiento no iba a ser más amable. El jugador hizo unas declaraciones cuando militaba en la Real Sociedad que le acompañaran toda su carrera: "entre Barça y Madrid, me quedaría con el Real Madrid porque soy madridista". Al final el delantero ha terminado siendo una estrella en los dos equipos que más rivalidad tienen con el Real Madrid.
Griezmann entre Ramos y Varane en el clásico / EFE
El jugador terminó en el Atlético de Madrid y en los derbis con el equipo blanco ya era recibido con mucha hostilidad así que no es una sopresa que defendiendo el escudo del Barça el trato sea el mismo. El francés había conseguido marcar cuatro goles en 14 partidos disputados en el Bernabeu pero el domingo como azulgrana no consiguió ver portería. A pesar de que ha abierto el marcador para el Barça en diez ocasiones, ante el Madrid no pudo convertir las oportunidades en goles.
El francés ya explicó tras el partido de Champions en San Paolo que es él quien debe dar profundidad en el campo pero que sus compañeros "no siempre me ven" y durante el clásico se comprobó. Griezmann se desmarcó, buscó espacios e intentó conectar con sus compañeros pero el equipo azulgrana no estaba tan brillante como en otros partidos. El Madrid, a pesar haber perdido los dos encuentros previos, salió al campo con mucha decisión y presionando muy arriba y el Barça no supo como superar la situación.
Leo Messi jugando el clásico en el Santiago Bernabéu / EFE
Griezmann lo dio todo en el terreno de juego pero no fue suficiente. Como de costumbre participó en el atque y la defensa y tuvo algunas buenas ocasiones pero ninguna subió al marcador. Al abandonar el campo para que entrase el juvenil Ansu Fati se veía al francés contrariado por el resultado, nada satifecho con lo que había sucedido en el campo. Ahora hay que concentrase en el próximo encuentro contra la Real Sociedad (18:30h) en el Camp Nou.