El partido de este domingo no es un clásico más. Se trata de un duelo que puede ser determinante en una de las ligas más competidas de los últimos tiempos. Cada punto vale su peso en oro y un enfrentamiento entre primero y segundo clasificado es de suma importancia.
Hace unas semanas parecía que el Real Madrid partiría como claro favorito y serían los azulgranas quienes irían a rebufo. El empate contra el Celta de Vigo (1-1) y la derrota contra el Levante (1-0) sumadas a las victorias del Barça contra el Eibar (5-0) y Getafe (2-1), han dado un vuelco a la situación. Los culés son primeros con 55 puntos, dos por encima del eterno rival.
Celebración del gol de Messi contra el Eibar / FCB
Tenemos que ir hasta la temporada 2016-17 para recordar un clásico tan igualado. Madrileños y catalanes llegaban a la cita en el Santiago Bernabéu con tres puntos de diferencia con los blancos primeros. El 2-3 del equipo de Luis Enrique dejaba un empate en la cabeza de tabla -con 75 puntos en la jornada 33-. El conjunto de Zidane terminaría levantando ese campeonato.
Máxima igualdad
En el registro histórico también es un duelo importante. Servirá para decantar la balanza (o no). Barça y Madrid están empatados con 72 victorias en Primera División en los clásicos y 35 empates. Incluso en los goles están muy parejos: 286 goles blancos contra los blaugranas y 288 tantos culés contra los merengues.
Incluso en los banquillos podemos ver esa igualdad. Zidane y Setién se han visto las caras en seis ocasiones: dos victorias para cada uno y dos empates. Para el cántabro será un encuentro especial, su primer clásico como entrenador del Barça y además en territorio hostil, el Santiago Bernabéu.
Setién y Zidane en un partido en el Bernabéu / EFE
Por si fuera poco, el partido de ida, disputado el pasado 18 de diciembre en el Camp Nou, se vivió un encuentro frío y sin apenas ocasiones. Fue un empate a cero de dos equipos que se respetaban mucho y no se atrevían a atacar el arco contrario. Un partido que podría repetirse.
La presión para el Madrid
Aunque el Barça llega a la cita en un momento con grandes dudas, los resultados han ido acompañando al equipo. Desde la eliminación de la Copa del Rey, contra el Athletic Club (1-0), se suman tres victorias -Real Betis (2-3), Getafe (2-1) y Eibar (5-0)- y un empate, contra el Nápoles (1-1), en Champions League.
A favor del Real Madrid juega la dinámica fuera de casa esta temporada. Los culés no han ni sumado la mitad de lo puntos lejos del Camp Nou. De los 12 encuentros disputados como visitantes el balance es de cinco victorias, tres empates y cuatro derrotas con 18 goles a favor y 17 en contra.
Los pupilos de Zidane están en un bache de resultados y tienen la presión de jugar en casa. Desde que cayeron en la Copa del Rey en manos de la Real Sociedad (3-4) no han ganado en el Bernabéu. Empataron a dos contra el Celta de Vigo y naufragaron en los últimos minutos contra el Manchester City de Pep Guardiola (2-3) complicándose el pase a cuartos.
Ramos en el partido contra el Manchester City / EFE
Siguen los problemas del Madrid de cara a portería. Cuando Benzema no está en racha, nadie lo sustituye, algo parecido a los que sucede con Leo Messi. Los resultados se aguantaban por la seguridad defensiva pero ya no es así. En los últimos cinco partidos han encajado 10 goles, que contrasta con las 16 puertas a cero que han firmado los blancos.