Cada vez queda menos para el último y decisivo clásico de esta temporada. Este domingo, a partir de las 21 horas, el Santiago Bernabéu será el escenario de un duelo determinante entre dos de los mejores equipos del mundo.
El Barça buscará dar el golpe definitivo a la Liga con un triunfo que le permita marcharse de la capital con cinco puntos de ventaja sobre el Real Madrid, una diferencia prácticamente insalvable. Por su parte, el conjunto blanco, muy irregular esta temporada, intentará resarcirse de su dolorosa derrota ante el Manchester City de Pep Guardiola en Champions con una victoria que les permita recuperar el liderato.
Imagen del último clásico entre Barça y Real Madrid / EFE
Pese a que los equipos llegan con dinámicas muy diferentes, no hay duda que la igualdad será la nota predominante del encuentro. En un clásico, es muy difícil conseguir un triunfo factible. Algo que ya se pudo ver en la ida, en un encuentro que acabó en empate sin goles. Sin embargo, esta vez Quique Setién podrá contar con su arma secreta para intentar desencajar a la defensa madridista.
La oportunidad de Ansu Fati
Esta es una de las grandes incógnitas que tiene ahora mismo el entrenador culé. Apostar por un planteamiento más pragmático, con cuatro centrocampistas como ya hizo en Champions; o dar entrada en el once inicial a un Ansu Fati fresco, que lleva dos partidos sin tener prácticamente protagonismo.
Ante una previsible defensa cerrada del Real Madrid, el delantero de Guinaa-Bissáu podría ser el gran arma del Barça. Es uno de los futbolistas más verticales en toda la plantilla, y podría ser un auténtico dolor de cabeza para un Carvajal que no está en su mejor momento.
En la ida, Ansu ya tuvo algunos minutos y pudo conocer de primera mano cómo se las gasta el eterno rival. Pero el joven ariete ha cambiado mucho desde ese momento: ha ganado protagonismo ante la falta de delanteros del equipo azulgrana, y sus compañeros le buscan para que intente encarar por la banda. Un perfil prácticamente único en el conjunto azulgrana, y que podría ser el as en la manga de Setién para llevarse un clásico de vital importancia.