FC Barcelona y Real Madrid se jugarán media Liga en el Santiago Bernabéu. Los azulgranas llegan al segundo clásico de la temporada con dos puntos de ventaja sobre la entidad de Chamartín. Una victoria frente a los blancos significaría dejar la competición prácticamente sentenciada. Un empate o una derrota, en cambio, dejarían el campeonato totalmente abierto.

Como es obvio, es de prever que Setién salte al tapete del feudo blanco con sus mejores hombres. Como viene sucediendo últimamente, hay tres grandes dudas en el once del técnico cántabro: el central que acompañará a Piqué, el número de centrocampistas con los que jugará el Barça y quién o quienes jugarán al lado de Frenkie de Jong y Sergio Busquets.

Cruce de cables

A decir verdad, no hay uno o dos candidatos claros. Arturo Vidal, Ivan Rakitic y Arthur Melo han venido rotando prácticamente por igual. Todos ellos fueron titulares contra el Eibar debido al descanso de Frenkie de Jong, y el chileno y el croata jugaron en Nápoles de inicio. El brasileño entró en el 60'.

Arturo Vidal, en el momento de ser expulsado contra el Nápoles | EFE

Arturo Vidal, en el momento de ser expulsado contra el Nápoles | EFE

Setién acabará decidiendo por pequeños detalles. Y uno de los que pueden decantar la balanza es la autoexpulsión de Arturo Vidal en San Paolo. El encuentro estaba terminando y el ex de la Juve vio una cartulina amarilla por una falta sobre Mario Rui. El lateral portugués, más avispado que el chileno, se encaró con él, provocó la segunda amarilla y la expulsión.

El cruce de cables del veterano centrocampista dejó al FC Barcelona en una situación muy comprometida al final del encuentro. No podrá estar, como es obvio, en el partido de vuelta. Y todo por una falta innecesaria primero y una niñería después. Puede ser castigado por ello en el Santiago Bernabéu.

Lección

Setién lo defendió en la rueda de prensa posterior al choque, algo que por otra parte hace con todos sus pupilos. Por mucho que lo disculpe en público, es de esperar que le dé (o le haya dado) un correctivo a Vidal. A su edad, con la veteranía y experiencia que tiene, es incomprensible que cometa errores como el del martes.

Arturo Vidal vio la roja ante el Nápoles / EFE

Arturo Vidal vio la roja ante el Nápoles / EFE

Además, no había ni siquiera un motivo de peso para que el chileno explotara. Lo abuchearon en ciertos momentos por su pasado en la Juventus, pero el partido se estaba desarrollando con cierta tranquilidad. Fue pasado de revoluciones los 89 minutos y finalmente se acabó descontrolando por completo.

Si le pasó eso en Nápoles, qué no le puede suceder en el Santiago Bernabéu. Los clásicos acostumbran a ser encuentros frenéticos, calientes, y en ese contexto Arturo Vidal puede volver a ser peligroso para el propio FC Barcelona.