Poco a poco, empiezan a verse algunos de los retoques y de las nuevas ideas que ha traído Quique Setién al Barça. El técnico santanderino empezó con cambios drásticos, como se pudo ver a la hora de innovar en las formaciones, aunque con el paso de los días, su mano se ha visto sobre todo en detalles que están dando una nueva imagen al equipo.
Quique Setién en un entrenamiento del Barça / FC Barcelona
La principal mejora ha sido a nivel físico. El entrenador azulgrana revolucionó el calendario de entrenamientos e puso especial hincapié en la preparación física. Algo que está empezando a notar la plantilla. El Barça está dejando de ser ese equipo bipolar, capaz de hacer unos primeros 45 minutos mágicos, y luego desperdiciar todo ese trabajo en la segunda mitad. La mejora en la resistencia está convirtiendo al conjunto culé en un equipo más regular y con la capacidad de tener energía en los últimos instantes de cada encuentro.
Mejora en la presión sin balón
Aunque a nivel de alineaciones, de momento está siguiendo un estilo bastante pragmático, como ya hizo Valverde en su día, en cada partido se pueden ver novedades importantes. Y una de las más evidentes es la presión tras pérdida. Ante el Nápoles, se pudo ver a los futbolistas azulgranas morder cuando perdían la posesión, lo que les ayudó a recuperar balones de forma muy apresurada.
Presión de Griezmann contra el Nápoles / EFE
Esta mejora ha podido verse en todos los encuentros desde que Setién llegó al banquillo. Y es que con el cambio de entrenador, el Barça ha empezado a recuperar el balón más rápido. Exactamente, cinco segundos antes que con Valverde. Tras la llegada de Setién, el conjunto culé recupera un balón cada seis segundos; en cambio, con su antecesor en el banquillo, tardaban hasta 11 segundos en reconquistar la posesión. Números que dejan en muy mal lugar la preparación del equipo con Valverde a los mandos.
El reto pendiente
No obstante, hay unos datos que, de momento, Setién no ha conseguido mejorar a Valverde: los problemas a la hora de recibir goles. El Barça sigue siendo un equipo poco fiable en los últimos metros, defensivamente hablando. En Liga, han coincidido ya 29 goles en solo 25 encuentros. Unos números muy alejados de los otros dos aspirantes al título liguero: Real Madrid y Atlético, que han encajado prácticamente la mitad (17 y 18 respectivamente).
Ter Stegen evitando el gol del empate del Getafe / EFE
Por tanto, al técnico azulgrana le quedan todavía muchos retos pendientes para mejorar el nivel de juego del equipo. Sin embargo, de momento sí se está pudiendo ver un poco más de actitud en la plantilla y una mejora física considerable. Cuando los resultados acompañen, mejorará también la confianza, y el equipo gozará de mayor libertad para centrarse en practicar un fútbol más atractivo. De momento, el Barça de Setién va por buen camino.