Arturo Vidal fue la gran novedad del once de Quique Setién contra el Nápoles en la ida de octavos de la Champions League (1-1). Ivan Rakitic ocupaba la medular junto a Frenkie de Jong y Sergio Busquets mientras el chileno se ubicaba en la banda derecha del ataque culé, como si de un extremo más se tratara.
En la primera parte estuvo muy espeso, como todo el equipo. Después del descanso empezó a mostrar su potencial, sobre todo con sus asociaciones con Leo Messi. Como es habitual en él no ahorró esfuerzos y una acción suya fue castigada duramente por el colegiado alemán Felix Brych.
Acción infantil
El 22 dejó a sus compañeros con un jugador menos en el minuto 89, cuando mejor estaba el Barça en la faceta ofensiva. Luchó un balón con Mario Rui que terminó con una dura entrada al tobillo del lateral. Posteriormente, el portugués del Nápoles se fue a encarar y Arturo Vidal picó el anzuelo. Una acción no digna de un profesional que cae en provocaciones.
Arturo Vidal y Mario Rui encarándose / EFE
El árbitro decidió amonestar a los dos jugadores implicados y posteriormente le volvió a sacar la segunda amarilla al chileno. Dejaba el equipo con 10 hombres y la plantilla queda todavía más tocada para el partido de vuelta. Quique Setién tampoco podrá contar con Sergio Busquets, que vio la tercera amarilla en Europa.
Palabra de Setien
En rueda de prensa, Quique Setién valoró la expulsión: "Creo que ha sido bastante severo el árbitro. Quizás la primera amarilla está bien, la segunda excesiva. La acción es producto de la tensión y más con jugadores temperamentales. Encontraremos una solución para la vuelta".