Otra final en el Camp Nou. El Barça necesita los tres puntos este sábado (16 horas) contra el Eibar. No solamente el equipo por avanzar hacia el título liguero, sino que sobre todo los despachos para que el fútbol cubra un poco toda la crisis de redes sociales y transparencia que está atacando a la junta directiva.
Anímicamente, el encuentro contra los armeros es muy importante. Esta semana regresa la Champions League. Los culés visitan San Paolo para enfrentarse al Nápoles y el próximo domingo, día 1 de marzo, se juegan parte de la Liga en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid.
Llega al Camp Nou un equipo con las ideas claras, que cumple de principio a fin eso que pide su entrenador. José Luis Mendilibar ha hecho del Eibar un equipo duro de roer que ya llevan seis temporadas en Primera División. En este curso les está costando más conseguir buenos resultados. Tienen 24 puntos, solamente tres encima del descenso.
Duelo de veteranos
Una de las curiosidades que presenta este partido está en los banquillos. Se enfrentan dos de los técnicos más veteranos del campeonato. El recién llegado al Barça, Quique Setién, tiene 61 años y es junto Javier Aguirre -entrenador del Leganés-, el más mayor de la Liga.
Quique Setién hablando con Medilibar en una imagen de archivo / EFE
En el tercer lugar del ranquin está José Luis Medilibar, un histórico también de los banquillos de España, con 58 años. Esta es su quinta temporada al frente de los armeros. Anteriormente pasó por el Athletic Club, Lanzarote, Real Valladolid y Osasuna. Su éxito es evidente, la permanencia es el principal objetivo.
Estilos opuestos
Parece que tanto Setién como Mendilibar solamente tienen en común la veteranía. Sus estilos de juego son muy diferentes. El cántabro es un gran representante del fútbol de toque de Johan Cruyff y del juego ofensivo con balón mientras que el vasco se caracteriza por un juego rocoso, muy físico y sin posesión.
También presentan grandes diferencias en sus sistemas. El entrenador del Eibar lleva cursos con el clásico 4-4-2 con dos delanteros rematadores y con el juego directo como seña de identidad. Los centrales culés deberán estar muy atentos a los centros laterales y a las acciones a balón parado.
Mendilibar celebrando un gol con el Eibar / EFE
En cambio, Quique Setién siempre tiene en mente el sistema de rival. No se casa con un sistema concreto -aunque últimamente es el 4-3-3- y puede presentar distintas variedades como la salida de tres centrales, la presencia de un mediapunta o poblar el centro del campo en busca del control del balón. Un auténtico choque de estilos.