Leo Messi es el jugador más decisivo del Barça. De eso no hay ninguna duda. El capitán culé ha evolucionado en su forma de jugar, hasta convertirse en un futbolista total: hace jugar al equipo, ofrece ayudas a sus compañeros, protagoniza los pases decisivos y es un killer dentro del área.
El argentino tiene acostumbrados a los aficionados azulgranas a dar una exhibición, día sí día también. Y es por eso que, a la más mínima relajación, se encienden todas las alarmas. Un hecho que está quedando de manifiesto en este inicio de 2020.
Sequía con Setién
El astro rosarino no ha empezado bien el 2020 en el apartado goleador. Desde la llegada de Quique Sequién al banquillo, Leo solo acumula tres goles en siete encuentros. De hecho, el delantero azulgrana se encuentra en una sequía de gol que hacía mucho que no se veía en Barcelona: lleva cuatro partidos seguidos sin ver portería.
Pese a que Messi se está mostrando insistente y está teniendo oportunidades para agujerear las porterías rivales; las grandes actuaciones de los guardametas o su sorprendente falta de acierto le están privando del gol.
Leo Messi, lamentando una ocasión en el Barça - Slavia de Praga / FC Barcelona
Sin embargo, estos números no son para nada alarmantes. Los datos del 10 este curso vuelven a ser extraordinarios, y es el máximo goleador del Barça, con 19 goles en 27 encuentros. Además, sigue siendo el gran dominador de la Liga, y ocupa la primera posición en el pichichi con 14 tantos. No obstante, lo más sorprendente es que Messi ha vuelto a mutar, y está sabiendo ser decisivo para el equipo sin la necesidad de ver portería tan asiudamente.
Decisivo como asistente
En los últimos partidos, Messi está cambiando los goles por asistencias. Un hecho que está sirviendo también a sus compañeros para ganar en confianza y protagonismo de cara a puerta. Porque ya lo dijo el famoso jugador de baloncesto, Toni Kukoc, que "una asistencia es mejor, porque hace feliz a dos personas". En este sentido, el capitán culé, con total libertad por todo el terreno de juego desde que llegó el técnico santanderino al banquillo, está siendo decisivo con sus pases de gol.
Por eso, aunque Leo lleva cuatro partidos sin marcar, sí ha participado en prácticamente todos los tantos. Lleva seis asistencias en los tres últimos encuentros: en los dos goles para Ansu Fati (Levante), una para de Frenkie De Jong, Sergio Busquets y Clément Lenglet (Betis) y la última para Antoine Griezmann (Getafe). En total, suma 12 este curso, solo una menos que toda la temporada pasada, el que más en la competición liguera.
Leo Messi en una acción de juego contra el Athletic / FCB
Y es que Messi tiene tanta jerarquía en el terreno de juego, y tanta trascendencia, que es capaz de dominar todas las facetas: es el jugador que más veces remata a portería, el que más asiste, el que más regatea y el que más anota del campeonato. Su importancia es total. Y sus compañeros lo saben.
Por eso, la sequía que está sufriendo el astro rosarino en los últimos partidos no preocupa para nada. Su presencia en el campo sigue siendo más que determinante, y conociéndolo, este dato lo usará como motivación personal para mejorar su eficacia y su presencia en el juego en la parte decisiva del curso. Porque Messi, aunque cambie su forma de ayudar al equipo, sigue siendo insaciable.