El gran objetivo esta temporada del Barça es volver a levantar la Liga. Sin la Copa del Rey -eliminados por el Athletic Club- y con rivales muy potentes en la Champions League, el reto que tiene Quique Setién es competir con el Real Madrid por el campeonato que premia la regularidad.
El cántabro no podrá hacer imposibles. Con las lesiones de Jordi Alba, Luis Suárez y Ousmane Dembelé sumadas a las tres bajas del mercado invernal, hacen que este equipo cuente con 15 fichas del primer equipo más aquellos jugadores de la cantera que puedan subir como Ansu Fati, Ronald Araújo o Rey Manaj, la novedad de la lista contra el Getafe.
Con una planificación de este tipo, es muy complicado competir en Europa. Ya lo está siendo en España y los próximos partidos pondrán a los azulgranas en el sitio donde realmente están: viajan a San Paolo, en Nápoles, y al Santiago Bernabéu. Dos partidos importantísimos para el futuro de ambas competiciones.
Dato inquietante
Esta jornada ha sido beneficiosa para los intereses del Barça. Los culés ganaron al tercer clasificado, ahora a 10 puntos, y empataban provisionalmente con el Real Madrid en la cabeza de la tabla. Esto, sumado al empate de los blancos contra el Celta de Vigo (2-2) hace que solamente les separe un punto de diferencia.
Ángel tras marcar el gol contra el Getafe / EFE
Viendo la clasificación, hay un dato que destaca por negativo. Son los goles encajados. Se han disputado 24 jornadas y los culés han recibido 29 tantos, casi el doble que Atlético de Madrid (17) y merengues (16). De los cinco primeros clasificados, es el que peores números defensivos tiene. La línea defensiva -solamente de siete integrantes- sale retratada.
Otro dato que destaca es que en 24 jornadas ya se ha igualado los goles encajados de las 38 jornadas ligueras del curso 2017-18, la primera con Ernesto Valverde en el banquillo. Esa Liga la levantaron los culés con 14 puntos de margen sobre el Real Madrid y cediendo solo una derrota. Fue contra el Levante en el Ciutat de València.
Los números evidencian que algo está pasando en este equipo. No es un bloque cohesionado y en la mayoría de los partidos, los rivales te ponen entre las cuerdas. Pasó contra el Levante (2-1), el Real Betis (2-3) y el Getafe (2-1). Esa es una de las primeras cosas que quiere cambiar Quique Setién. “Defender con el balón” es una de las consignas que más hemos oído en rueda de prensa. De momento, se sigue sufriendo.
Aviso en Europa
Siempre quedará recordar la cifra de goles a favor donde el Barça va en cabeza (57), muy por delante de Real Madrid (46) y Real Sociedad (39), segundo clasificado en ese ranquin. En la Liga se puede controlar esa diferencia, pero en la Champions es distinto. Un intercambio de golpes en Europa te puede mandar a casa rápidamente. Ejemplo de ello es la Roma y el Liverpool.
Wijnaldum celebrando su gol contra el Barça / EFE
Dentro de una semana se visita Nápoles, un equipo en crisis institucional pero que buscan dar la sorpresa. Veremos si el equipo activa el modo competitivo y Quique Setién puede controlar los desórdenes defensivos. Las desconexiones en la máxima competición intercontinental se pagan caras y el camino cogido en Liga no invita al optimismo.