Sangre, sudor y lágrimas. El Barça sabía que llevarse la victoria ante el Getafe de Bordalás no sería fácil. Finalmente, los culés consiguieron un meritorio triunfo en el Camp Nou (2-1) en un partido con muchas alternativas, sobre todo en los minutos finales.
Un tanto anulado al Getafe en la primera mitad acabó de despertar a los hombres de Setién, que se marcharon al descanso con buenas sensaciones y con una ventaja de dos goles. Sin embargo, cuando peor estaban los azulones, apareció Ángel, jugador pretendido por el Barça, para reducir distancias y poner más emoción al encuentro. Finalmente, los azulgranas supieron sufrir pero acabaron llevándose una victoria más que meritoria, que les permite seguir la estela del Real Madrid en el liderato.
Tras la tormenta, llegó la calma y el buen fútbol
El Camp Nou fue el escenario de un verdadero duelo de estilos. El Getafe, de la mano de José Bordalás, se ha convertido en un equipo muy fiable a nivel de resultados, gracias a su intensidad y su capacidad de reducir por completo los espacios. En frente, el Barça de Quique Setién, un entrenador obsesionado por el control y por el fútbol ofensivo, que está trayendo de nuevo la ilusión a la hinchada azulgrana.
Esta colisión de planteamientos se pudo ver desde la primera acción del encuentro. Los jugadores culés intentaron llevar desde el primer momento el control de la posesión, pero se vieron incapaces de provocar un peligro excesivo por culpa de la presión vehemente y adelantada de los azulones. En cambio, los madrileños, cómodos defendiendo, empezaron a tener las primeras oportunidades del encuentro al contraataque. De hecho, esta superioridad del Getafe se vio plasmada en el minuto 24, con el tanto de Nyom a la salida de un córner. Sin embargo, esta vez el VAR si ayudó a los culés, y anuló el tanto tras una falta previa a Umtiti.
Este sobresalto sirvió a los hombres de Setién para ganar en confianza y volver a conectarse al partido. Después de la tormenta, llegó la calma y el buen juego al Camp Nou. Los jugadores azulgranas se activaron, dieron una marcha más a su fútbol y empezaron a acercarse con peligro a la portería getafense. Esta mejora tuvo su recompensa en el minuto 33, cuando Antoine 'abre latas' Griezmann aprovechó una mágica asistencia de Messi para adelantar al Barça. Pase maravilloso del capitán culé y el francés la picó por encima de David Soria de forma sutil, suave. Un nuevo ejemplo de que su conexión poco a poco empieza a florecer.
Los jugadores del Barça celebran su primer gol ante el Getafe | EFE
El conjunto culé, cada vez más cómodo y aprovechando la inconsistencia del Getafe provocada por los dos duros golpes recibidos, dobló su ventaja tras una gran acción colectiva, que acabó definiendo Sergi Roberto a pase de Junior Firpo, que sustituyó al lesionado Jordi Alba. En los últimos minutos de la primera mitad, el cuadro catalán fue un auténtico vendaval. Un Messi muy participativo pero gafado de cara a portería, estuvo cerca de sentenciar el encuentro en los instantes finales de la primera mitad, pero David Soria le detuvo su disparo. 2-0 al descanso, un resultado inmejorable para los intereses culés.
El Barça sobrevive a la intensidad azulona
El guión no cambió en exceso en el inicio de la segunda mitad. No obstante, los culés sí mostraron una disposición diferente a la época Valverde: intentaron controlar el partido, pero sin llegar a dormirlo, con pases rápidos y sin dejar de mirar a la portería rival. Un planteamiento que agradecieron los más de 80.000 aficionados que se reunieron en el Camp Nou. Bajo esta propuesta, el Barça empezó a dominar por completo el encuentro y no sufrió en exceso ante un Getafe impasivo e incapaz de llegar a la presión.
Sin embargo, en medio de la paz que estaba viviendo el conjunto catalán, apareció Ángel. El delantero, uno de los jugadores que ha sonado con más fuerza para reforzar al Barça tras la baja de Dembelé, exhibió su carta de presentación al sacarse una increíble volea y reducir distancias. Los números del ariete azulón son de escándalo: promedia prácticamente un gol por partido. Si desde la secretaría técnica culé dudaban en su llegada, seguramente esta definición les pudo hacer cambiar de idea.
Ter Stegen salvó al Barça con una enorme parada ante el Getafe | EFE
Tras el tanto, el partido se descontroló y aparecieron las alternativas para los dos conjuntos. El Getafe se creció y Ter Stegen fue el único capaz de parar a los madrileños. El alemán se vistió de héroe al realizar una triple parada antológica para evitar el empate. Griezmann tuvo dos claras oportunidades pero esta vez no estuvo acertado, lo que le dio la oportunidad a los azulones a seguir soñando por conseguir las tablas.
Sin embargo, los azulgranas supieron sufrir pero acabaron llevándose una victoria más que meritoria, que les permite seguir la estela del Real Madrid en el liderato.