Uno de los casos calientes que tiene ahora mismo la secretaría técnica del Barça sobre la mesa es el de Ivan Rakitic. La primera parte de la temporada para el croata ha sido una verdadera montaña rusa. Tras decidir quedarse en verano, empezó el curso en el más completo ostracismo. Relegado al banquillo en detrimento de De Jong y Arthur, todo hacía indicar que su salida en el mercado de invierno sería evidente.
No obstante, con la llegada de los partidos clave, Ernesto Valverde decidió volver a confiar en él. Al fin y al cabo, ha sido pieza esencial para el conjunto culé en sus cinco años que lleva vistiendo la elástica azulgrana, y es uno de los jugadores que aporta más equilibrio al equipo. Tras el fichaje de Quique Setién, finalmente el centrocampista decidió no escuchar ofertas en invierno, para conocer el papel que tendría con el nuevo entrenador.
Ivan Rakitic en el partido contra el Slavia de Praga / EFE
Sin embargo, Rakitic es consciente que su contrato acaba el verano de 2021, y su renovación no se ha puesto encima de la mesa. Por lo que el próximo mercado estival será la última oportunidad del club para sacar algo de dinero por él. E intentará aprovechar que todavía tiene mercado para traspasarlo por una cantidad considerable. Por tanto, es muy difícil que el croata siga en el Camp Nou la temporada que viene.
El gesto que calienta al vestuario
La situación que está viviendo el ex del Sevilla no es fácil. Y le está llevando a mostrarse apático, desacertado y poco concentrado en los minutos que está sobre el terreno de juego. Una frustración que también pagó en el último partido en el Benito Villamarín contra el cuerpo técnico de Quique Setién, en un gesto que no gustó nada al vestuario.
El centrocampista, con el partido prácticamente sentenciado, fue sustituido en el 89, en el tradicional cambio para rascar algunos segundos al cronómetro. Sin embargo, esta decisión no gustó a Rakitic. Una vez el árbitro decretó el final del encuentro, fue el primero en marcharse cabizbajo al túnel de vestuarios. No celebró el disputado triunfo con ningún compañero y decidió irse solo. No obstante, antes de entrar a quien no pudo evitar encontrarse fue al segundo de Setién, Eder Sarabia.
El gesto de Rakitic con Eder Sarabia en el Villamarín | REDES
Sarabia decidió dirigirle unas palabras y unos gestos de cariño tras el triunfo, pero el enfado del croata hizo que le negara el saludo y pasara de largo.
Su futuro, en el aire
Su situación tampoco es mucho mejor con la directiva. De hecho el propio croata ya comentó que Eric Abidal le había faltado el respeto (en la guerra pública con Messi) a los futbolistas. Ahora es el francés quien deja el futuro del futbolista en el aire.
"Respeto no sé en qué sentido lo decía. Para un jugador, lo más importante es tener minutos. Él ha vivido un momento difícil con Valverde, ahora que hemos cambiado de entrenador es cosa del entrenador porque yo no puedo gestionar los minutos de juego para un jugador. Sí que tenemos respeto porque no hemos hablado con nadie, él tampoco, me parece. Dijo que se planteaba salir", comentó en una entrevista para Mundo Deportivo.
Rakitic es sustituido en un partido con el Barça | EFE
La realidad es que todos los caminos conducen a que va a ser la última temporada de Rakitic vistiendo la camiseta del Barça. Ofertas no le van a faltar, pero veremos si tanto él como el club deciden dejar las diferencias a un lado, y no estropear una bonita y exitosa relación que ha durado más de cinco años.