Leo Messi es consciente que lo que queda de temporada será difícil. El Barça no ha tenido suerte con las lesiones -cayeron Luis Suárez y Ousmane Dembelé de nuevo- y la planificación deportiva dejó bastante que desear. Salió, entre muchos, Carles Pérez traspasado a la AS Roma y no se incorporó a nadie en su lugar.
Ahora, con la operación del francés, se puede abrir la oportunidad de ir al mercado de fichajes y reforzar las posiciones ofensivas. Suenan muchos nombres, pero el club no contempla hacer una gran inversión ahora. Los traspasos sonados se dejan para el verano y uno de los objetivos es recobrar la ilusión de la afición y de los propios futbolistas.
Leo Messi en el Benito Villamarín / EFE
El pasado domingo en Sevilla vimos las debilidades del equipo. El conjunto azulgrana solamente jugó bien cuando Messi -junto a Frenkie de Jong- tuvo espacio para tomar decisiones. Si no lo hace el argentino no lo hace nadie. Últimamente está negado de cara a portería, desde el Leganés que no marca, pero firmó un hat-trick de asistencias. El 10 quiere fichajes importantes y en verano los tendrá.
Un delantero centro
Aunque el Barça esté trabajando actualmente en el fichaje de un delantero centro, quien llegue tiene que saber que será de corto recorrido en el Camp Nou. El objetivo por ahora es cubrir la posición y, en verano, realizar la gran operación para traer a un ariete consolidado y de futuro.
El gran favorito es Lautaro Martínez, punta del Inter de Milán de 22 años. La secretaría técnica está convencida que es la opción de presente y de futuro. Su cláusula de rescisión es de 111 millones de euros hasta la segunda semana del mes de julio. Es una de las peticiones de Leo Messi, pero es francamente complicada.
Más allá del precio, se debe tener en cuenta la ficha salarial del jugador, que no sería baja, pero no solo eso. El curso pasado se pagaron 120 kilos por Griezmann y se duda del encaje que podría tener en una delantera con el galo, el argentino, Luis Suárez, Ousmane Dembelé y Ansu Fati. Uno -o más de uno- deberían dejar paso al joven delantero.
Ambas partes -jugador y club- están convencidos de este traspaso, pero el Barça debe planificar y facilitar la tarea a Quique Setién. Hace cursos que se reclama a un delantero centro y los fichajes que han llegado no lo han sido. Lautaro es sinónimo de gol -16 en 27 partidos oficiales- pero se tendría que crear un ecosistema en el que fuera importante.
El regreso del deseado
Otra de las peticiones de Leo y de los pesos pesados del vestuario es Neymar Junior. El extremo del PSG dejó huella en el Camp Nou y sus compañeros desean que esté de vuelta. A diferencia del fichaje del nueve, esta operación es mucho más complicada. Nasser Al-Khelaifi no lo dejará salir así como así y, si los culés lo quieren, tendrán que abonar una cantidad desorbitada de millones de euros.
El pasado verano, el Barça ya trabajó en la incorporación del brasileño. Se hablaron de 220 millones de euros, la cláusula que abonaron los franceses en verano de 2017, e incluso la incorporación de algunos futbolistas culés en la operación como Nelson Semedo, Ousmane Dembelé o Philippe Coutinho. Ninguno de estos tres se descarta que puedan volver a entrar en la operación.
El jugador quiere salir del Parc des Princes y, según ha podido saber el Barça y el propio Messi, su intención es recalar en los culés. El capitán dudó que la entidad hiciera todo lo posible en verano para ficharle en una entrevista tras cerrar el mercado con un “no se si el Barça hizo todo lo posible para su regreso”.
El argentino no se escondió en septiembre y reconoció que era el jugador que quería, muy por delante de Griezmann. “A nivel deportivo Neymar es uno de los mejores del mundo. Y con él, a nivel de imagen i espónsores, el club hubiera dado un salto. Nunca le pedimos el fichaje de Neymar, simplemente dimos nuestra opinión”, explicó el 10.