Ambiente enrarecido en Can Barça. Las alarmas se encendieron el martes, tras la entrevista de Eric Abidal y la posterior respuesta de Leo Messi en Instagram. El secretario técnico señaló que la destitución de Ernesto Valverde era necesaria puesto que algunos jugadores habían dejado de confiar en él y no trabajaban de forma óptima.

Declaraciones que hicieron explotar al 10. El delantero argentino aseveró en sus redes sociales que "cada uno tiene que hacerse cargo de sus decisiones" y solicitó al secretario técnico que diera nombres "porque si no, se nos está ensuciando a todos y alimentando cosas que no son ciertas".

Gesto

Solucionado el conflicto, al menos de puertas para fuera, el FC Barcelona se desplazó hasta Bilbao para disputar los cuartos de final de la Copa del Rey contra el Athletic. El conjunto azulgrana mostró una buena imagen, tuvo ocasiones para ganar el partido pero, en el 92', Iñaki Williams apeó a los catalanes de la Copa del Rey.

Derrota dura y dolorosa. Para el equipo y para los aficionados que viajaron hasta San Mamés. Tras el encuentro, los jugadores del Barça se marcharon escopeteados al vestuario. Todos menos uno: Marc-André Ter Stegen. Una vez más, después de un compromiso complicado, el guardameta alemán dio la cara ante la afición y agradeció su apoyo.

Es un gesto, sin duda, de capitán. Cada vez son más los que solicitan que el portero germano lleve el brazalete. Tiene todas las aptitudes para serlo. Es su sexta temporada en Can Barça, tiene liderazgo, carisma y personalidad. Además, cuando el equipo pierde, es el primero en asumir responsabilidades y en comparecer en zona mixta.

Enganchada

Es razonable pensar que, en un futuro no muy lejano, Ter Stegen pueda ser uno de los cuatro capitanes. Pese a la enganchada con Leo Messi. De acuerdo con El País, el arquero y el delantero argentino protagonizaron un encontronazo en un entrenamiento. Se produjo tras el batacazo de Mestalla.

Messi y Ter Stegen celebrando una victoria en Champions / EFE

Messi y Ter Stegen celebrando una victoria en Champions / EFE

Fue una discusión sorprendente, pues siempre habían tenido una relación cordial. Cuando Messi se llevó el sexto Balón de Oro en París, el guardameta le felicitó personalmente y también en las redes sociales: "Más que merecido. Felicitaciones".

Casual o causalmente, tras esa disputa no hubo piña ante Leganés ni Levante. Sí la hubo en San Mamés. Y es que, tras unos días con el vestuario dividido, las palabras de Eric Abidal lograron unificarlo. No hay mal que por bien no venga.