El Barça dijo adiós en San Mamés a la Copa del Rey. El conjunto azulgrana, pese que no hizo un mal partido y dominó al Athletic de Bilbao durante gran parte del encuentro, acabó pagando de forma excesiva su falta de puntería en los metros finales.
Cuando perdonas, lo acabas pagando. Una teoría que volvió a confirmarse en la Catedral del fútbol. Los de Setién cayeron de la forma más cruel posible: con un gol en propia portería de Sergio Busquets en el tiempo de descuento, que despertó la alegría de toda la hinchada vasca.
Messi lamentando la eliminación del Barça contra el Athletic / EFE
No obstante, el Barça hizo un partido con más luces que sombras. Intensos en la presión, con decisión a la hora de atacar y apostar por acciones verticales, controlando la posesión... solo les faltó el gol. Además, hay que destacar también que al equipo culé no le acompañó tampoco la fortuna en cuanto al arbitraje.
Actuación horrible de Martínez Munuera contra el Barça
El arbitraje no acompañó al Barça en San Mamés. Martínez Munuera no tuvo una actuación acertada, y perjudicó sobre todo al club catalán en jugadas clave para el desenlace del partido. En concreto, en un penalti que se comió por completo el colegiado y volvió a poner de manifiesto los errores del arbitraje español y del VAR.
Fue en el minuto 63, cuando Frenkie de Jong cayó dentro del área por una carga por la espalda de Ander Capa, que además tenía una tarjeta amarilla, cuando este ya estaba dispuesto a rematar. Martínez Munuera hizo gestos de haber visto la jugada y que según su criterio no era pena máxima. Una acción que corroboró el VAR.
Por otra parte, el holandés también fue protagonista al ser amonestado minutos antes tras simular una falta del portero del Athletic de Bilbao, Unai Simón, cuando se iba solo hacia portería. En este caso, el colegiado acertó.
Sin embargo, lo que realmente sacó de quicio a los jugadores culés fue la diferencia de criterio que tuvo Martínez Munuera con los dos conjuntos. Los azulgranas, que sí es cierto que se mostraron especialmente nerviosos y exaltados, recibieron siete amonestaciones. Algunas de ellas, a futbolistas no acostumbrados a recibir tarjetas amarillas, como Messi por una falta en la primera mitad o Arthur. Fue tal la indignación del Barça que fue amonestado incluso el técnico Quique Setién al protestar una clara falta. El arbitraje sacó de quicio incluso al santanderino, en el que destaca su tranquilidad.
Martínez Munuera amonesta a Leo Messi | EFE