El FC Barcelona se queda cojo en ataque. Y nunca mejor dicho. Luis Suárez se perderá prácticamente lo que resta de curso, pero el club azulgrana no quiso (o no pudo) incorporar a un recambio. Ahora, con el mercado ya cerrado, Ousmane Dembelé se ha roto el tendón proximal del bíceps femoral y no volverá a vestir de corto en lo que queda de temporada.
Una situación que deja a Leo Messi, Ansu Fati y Antoine Griezmann como únicas alternativas para el ataque. O lo que es lo mismo, el equipo catalán se ha quedado sin delanteros para el banquillo. El Barça podrá ir a por un nuevo atacante si la lesión del extremo francés supera los cinco meses de baja. Si no, podrá acabar echando de menos a todos esos futbolistas de los que se ha desprendido este último año.
Haciendo caja
El primero en salir fue Paco Alcácer. Se marchó el verano de 2018 cedido con opción de compra al Borussia Dortmund. Tras un arranque fulgurante, el equipo alemán pagó los 21 millones de euros que había acordado con el FC Barcelona. Ahora, el delantero valenciano ha fichado por el Villarreal, con quien marcó en el partido de su debut, frente a Osasuna.
Otro futbolista con el que el conjunto azulgrana hizo caja fue Malcom Oliveira. El club blaugrana lo vendió el pasado verano por 40 millones de euros, solo un año después de haber pagado 41. El brasileño tuvo muy pocas oportunidades con Ernesto Valverde y decidió cambiar de aires. En el Zenit ha jugado solo dos partidos. Sufre una lesión de cadera que le mantiene fuera de los terrenos de juego desde agosto.
Coutinho, en un partido con el Bayern de Munich | EFE
Aunque no fuera un delantero como tal, no cabe olvidar que Philippe Coutinho acostumbraba a ocupar el flanco izquierdo del ataque. La necesidad de liquidez y el pobre rendimiento del brasileño llevó al FC Barcelona a cederlo con opción de compra al Bayern de Múnich. Ahora tendría mucha importancia en el equipo.
También se marchó, en su caso en el mercado invernal de 2019, Munir El Haddadi. El Barça lo vendió al Sevilla por un millón de euros después de las constantes negativas del jugador a renovar. En el equipo hispalense entra con asiduidad en la rotación, aunque no ha logrado hacerse un hueco en el once titular.
La cantera
Este último mercado de invierno se han producido dos nuevas fugas. Carles Pérez se marchó cedido a la Roma con opción de compra obligatoria. No acababa de convencer a Setién y el club vio en el de Granollers la oportunidad perfecta para hacer caja. El Barça ingresará un millón de euros por la cesión y otros 11 por la venta. A cambio, se queda sin un jugador que no desentonaba cuando jugaba con el primer equipo.
Carles Pérez, presentado como nuevo jugador de la AS Roma / AS Roma
A Carles le siguió Abel Ruiz. Sin minutos con Valverde, empezó a entrenar a las órdenes de Quique Setién tras su llegada. Es un nueve que puede caer a cualquiera de las dos bandas. El ariete valenciano se marchó cedido con opción de compra obligatoria al Sporting de Braga. El equipo portugués abonará ocho millones de euros al finalizar la temporada.
Alternativas
A estos nombres hay que añadir otros como los de Denis Suárez, Rafinha y Carles Aleñá. Ninguno de ellos es delantero y extremo, pero todos ocuparon la banda en algunos encuentros. El primero se marchó el pasado junio para equilibrar las cuentas. El segundo, poco antes de que concluyera el mercado de verano. Y el tercero se fue cedido al Betis tras haber tenido muy pocas oportunidades con Quique Setién.
Rafinha, entrenando con el Celta de Vigo / EFE
Todo esto sin olvidar a Kevin-Prince Boateng. Aunque, a decir verdad, con el rendimiento que ofreció el delantero ghanés, nadie se puede tirar de los pelos por dejarle escapar. No se puede decir lo mismo con el resto de nombres de la lista.