Gerard Piqué no está teniendo una temporada fácil. El central catalán se está mostrando muy lejos de su mejor nivel, y no está apareciendo como el gran líder de la defensa. Un hecho que está afectando en exceso el Barça, que ha recibido ya 26 goles en Liga en solo 22 encuentros. Los culés son el séptimo equipo de la competición doméstica que más goles ha encajado. Solo han dejado la portería a cero en seis ocasiones y cada ocho disparos a puerta que le hacen, uno termina en gol.
En concreto, Piqué está siendo uno de los grandes problemas en la defensa culé. Al contrario que Lenglet, que está demostrando ser un defensor de élite de curso; el central barcelonés, que ha cumplido 33 años recientemente, ha protagonizado un bajón físico importante este año, como demuestra el hecho de que llega tarde a muchas de las jugadas, y acaba haciendo faltas claras que le comportan una amonestación.
Gerard Piqué en la acción del penalti contra el Valencia / EFE
Ante el Levante, el catalán recibió su décima targeta amarilla de la temporada en Liga en 21 partidos jugados. Fue en el minuto 65, por una entrada en el centro del campo a Borja Mayoral en la que toca claramente balón, aunque es interpretable la fuerza empleada o el posible barrido involuntario que hace con la otra pierna al delantero del Levante. Una amonestación que le hará perderse el decisivo duelo de la semana que viene ante el Betis en el Benito Villamarín, a no ser que el Comité de Competición dictamine lo contrario.
El recurso del Barça a Competición
La posible baja de Piqué en el duelo ante el conjunto sevillano comportaría un grave problema para Quique Setién, ya que lo dejaría sin el único central diestro de toda la plantilla y obligaría a jugar con dos zurdos, Lenglet y Umtiti, en el centro de la defensa. Una decisión que afectaría negativamente en su estilo de juego y a la hora de sacar el balón desde atrás.
Gerard Piqué durante el partido ante el Levante / EFE
Y es por eso que el Barça intentará con todas sus armas conseguir que el central pueda estar en el Benito Villamarín. En este sentido, el club culé ya ha puesto a sus servicios jurídicos a trabajar para evitar la baja de Piqué. Los mismos ya han presentado alegaciones al Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por la tarjeta amarilla que el árbitro cántabro Adrián Cordero Vega mostró al defensa.
En caso de que Competición no retirase la amarilla, el Barça tiene la opción de acudir al Comité de Apelación, también de la Federación, o, en última instancia, algo ya más improbable, al Tribunal Administrativo de Deportes (TAD), del Consejo Superior de Deportes (CSD). No obstante, parece improvable que Piqué pueda jugar ante el Betis, ya que en una acción de interpretación, difícilmente actuará Competición para quitar la amarilla al jugador del Barça.