La exigencia del FC Barcelona es tremenda. Cualquier derrota, cualquier empate inesperado, despierta las críticas más voraces del entorno. Además, no basta con ganar, sino que también es necesario hacerlo jugando bien. Si no, que se lo digan a Valverde, tantas veces cuestionado por su juego efectista y poco lúcido. Ni las dos Ligas le salvaron de estar en el punto de mira.
Es algo que ya está experimentando Setién tras la derrota del pasado sábado en Mestalla. El conjunto ché pasó por encima de los azulgranas en todo momento y acabó venciendo cómodamente (2-0). El aficionado y el entorno no entienden de paciencia. El FC Barcelona debe ganar siempre, sean cuáles sean las circunstancias.
Las palabras del cántabro
En especial si tenemos en cuenta que el santanderino heredó a un equipo que iba líder en Liga y que está clasificado para octavos de final de la Champions League. El propio Setién admitió en su presentación la utópica situación que estaba viviendo e incluso agradeció a Valverde haber dejado al equipo primero en la tabla.
Quique Setién en la rueda de prensa de su presentación / EFE
El preparador cántabro reconoció que lo más normal era que le llamasen para ayudar a un club que pelease por mantener la categoría. De hecho, antes de que el FC Barcelona se pusiera en contacto con él, sonó para volver al Betis, así como para tomar las riendas del Celta de Vigo y del Espanyol.
Si bien Setién explicó que llegar al banquillo era algo positivo, puede acabar tornándose en algo muy negativo. La realidad es que, con mayor o menor brillantez, Valverde llevó al conjunto azulgrana a lo más alto de la tabla. Su labor ahora es mantenerlo, pues si no lo logra se puede considerar que con él como técnico el FC Barcelona ha perdido una Liga.
Esperando al Leganés
Por suerte para el entrenador y el resto del equipo, esto no para. Los rumores acerca del posible fichaje de Rodrigo Moreno y la operación salida, que involucra a Carles Pérez, Abel Ruiz y Wagué, difumina el recuerdo de Mestalla y provoca que la afición solo esté pendiente de la conveniencia de los movimientos.
Rodrigo celebra un gol con el Valencia | EFE
Además, sin tiempo para terminar de asimilar la derrota, el FC Barcelona se medirá este jueves al Leganés en busca de una plaza para los cuartos de final de la Copa del Rey. Un triunfo frente al conjunto pepinero, más pendiente de lograr la Liga, calmaría los ánimos y reforzaría la figura de Quique Setién.
Por mucho que la razón indique que no se puede cambiar todo de un día para el otro, los aficionados no tienen semejante paciencia. Cada partido es examinado al dedillo y perder la Liga sería un varapalo muy duro para el cántabro. Puede acabar siendo víctima de sus propias palabras.