Leo Messi, solo ante el peligro en el Barça
El argentino está empezando a notar en exceso la baja de Luis Suárez, su mejor socio en ataque
28 enero, 2020 17:41El Barça tiene por delante unos meses muy exigentes en cuanto a calendario. Los azulgranas siguen vivos en las tres competiciones, y con la plantilla actual, cualquier resultado lejos de ganar los tres títulos sería un desastre. De momento, no van por mal camino: segundos en Liga a solo tres puntos del Real Madrid; clasificados para octavos de la Champions League, donde se enfrentarán al Nápoles; y en octavos también en la Copa del Rey, donde este jueves recibirán al Leganés en el Camp Nou.
Para poder lograr estos objetivos los culés tienen que depositar su fe en dos personas. La primera de ellas, Quique Setién. El nuevo técnico azulgrana, aunque no ha tenido unas primeras semanas muy ilusionantes, sigue trabajando para que los jugadores perciban su estilo de juego y saque lo mejor de ellos. El santanderino sabe que una vez se consiga eso, tanto los futbolistas como los aficionados empezarán a disfrutar con el fútbol del equipo.
Leo Messi, cabizbajo tras la derrota contra el Valencia / FCB
Y la segunda persona que debe ser clave para la parte más exigente del curso es, como no, Leo Messi. El argentino, pese a sus casi 33 años, sigue siendo capaz de ponerse al equipo a sus espaldas y de ser decisivo en la zona ofensiva. Es el máximo goleador culé esta temporada con 17 goles en 22 partidos, y ha sido capaz de salvar muchos puntos con sus genialidades. Sin embargo, en la parte final de la temporada tendrá que luchar contra un nuevo problema añadido: no podrá contar con su mejor socio en ataque, Luis Suárez.
La compenetración Messi-Suárez
Desde la llegada del delantero charrúa a las filas del Barça (2014-2015), los dos futbolistas se convirtieron en inseparables. Tanto fuera del terreno de juego como dentro de él. Luis Suárez es un íntimo amigo de Leo, y comparten muchos más momentos de los que viven en el vestuario. Viven cerca y suelen ir y venir juntos a los entrenamientos y los partidos. Además, también hacen muchos encuentros entre sus familias. Y esa buena relación personal les ha llevado a compenetrarse mejor en el campo.
Messi y Suárez, junto a sus hijos en el Camp Nou | EFE
En las más de cinco temporadas que comparten vestuario, han sido capaces de sostener el ataque culé prácticamente ellos solos. Y es que han sido responsables del 70 por ciento de los goles azulgranas. En todo este tiempo, solo Neymar pudo acercarse al tipo de compenetración que tienen ellos dos. Y eso es un problema.
Leo, solo ante el peligro
Messi es el mejor jugador del mundo (y probablemente de la historia) pero echa mucho en falta al uruguayo cuando no está en el terreno de juego. Le es difícil encontrar un aliado que le entienda como Suárez. Analizando los números de este inicio de curso, todavía queda más de manifiesto los apuros de Messi a la hora de buscar a otros compañeros.
Esta temporada, Leo ha dado cuatro asistencias a Suárez en Liga, mientras que a Griezmann sólo le ha dado un pase de gol hasta la fecha. El problema es que ni a Ansu Fati ni a Ousmane Dembélé les ha asistido esta temporada, lo que deja claro el drama que supone la baja del charrúa para la delantera barcelonista.
Messi, Ansu Fati, Riqui Puig y Arturo Vidal celebran el gol contra el Granada / EFE
Sin embargo, una de las claves de la longeva y dominadora carrera del de Rosario ha sido su capacidad de adaptarse a sus compañeros, y el ser capaz de evolucionar para dar al equipo lo que necesita en cada instante. Ahora, a Leo le toca evolucionar de nuevo. Para aprender a jugar sin Suárez al lado. Para hacer partícipe a todos los delanteros de su excelencia. Para ir un paso más allá.