Solamente hace 14 días que Quique Setién está al frente del Barça y hay algunos que ya piden explicaciones a la junta directiva por el cambio en el banquillo. Las actuaciones contra el Granada, Ibiza y Valencia no terminan de convencer y los jugadores no han dado ese salto que tantos esperábamos.
En Mestalla vimos a un equipo abatido, sin ideas claras, que lo intentaba como decía el cántabro pero que no conseguía el resultado esperado. Los de Albert Celades castigaron al contraataque la pasividad defensiva de los culés y Maxi Gómez, la referencia ofensiva de los chés, supero en dos ocasiones a Ter Stegen.
De Jong y Piqué mientras Maxi celebra el gol del Valencia / EFE
En rueda de prensa, Setién dejó varios mensajes dirigidos a sus jugadores. Insinuó, sin ir más lejos, un problema de comunicación con sus futbolistas: “Hay algunas cosas que los jugadores todavía no interpretan bien”, comentó y acto seguido añadió que “o nosotros no lo explicamos bien”. ¿Qué sucede en el vestuario azulgrana?
Poco tiempo
El cántabro llegó de la noche a la mañana a Barcelona y, aunque garantizó que los aficionados azulgranas verían un buen juego, todavía no se ha puesto en práctica. Todavía no ha tenido el suficiente tiempo para implantar el sistema que quiere. Por lo que se ha ido viendo será un 4-3-3 en defensa y un 3-5-2 en ataque.
Estos jugadores llevan más de 10 años jugando de la misma manera y, aunque han ido pasando entrenadores -Rijkaard, Guardiola, Vilanova, Martino, Luis Enrique y Valverde- el sistema nunca ha sufrido una variación tan importante. Los jugadores se deben de acostumbrar y los próximos dos partidos en el Camp Nou -Leganés y Levante- pueden ser un buen momento para ver avances en este sentido.
Setién dirigiendo el equipo en Mestalla / EFE
Quique Setién debe convencer a los pesos pesados que este sistema es el adecuado si quieren hacer algo grande esta temporada. Sin la aportación de las figuras del equipo esto no tirará hacia adelante. A diferencia del Txingurri, parece que tiene más mano dura y eso puede hacer que algunas de las vacas sagradas no las tengan todas con el cambio.
En el vestuario, como pasó en la masa social del equipo, había división de opiniones: esos que querían un cambio y esos que no veían que fuera el momento. Cambiar un entrenador a media temporada siempre es traumático para un equipo y el tiempo dirá si la decisión de esta junta directiva de hacerlo con prisas fue acertada.
Messi, Busquets y Piqué; claves
Si el nuevo fútbol de Quique Setién quiere tener éxito, el míster deberá convencer a los tres capitanes: Messi, Busquets y Piqué. Son los líderes de las tres líneas del campo y aquellos que tienen más influencia sobre sus compañeros. Su experiencia será crucial para ver si el sistema de 3-5-2, que ahora parece innegociable, tiene cabida en el Barça.
Messi y la plantilla escuchando a Setién / FC Barcelona
A esos pesos pesados les acompañaría, con casi total seguridad, Luis Suárez, pero el uruguayo estará cuatro meses alejado de los terrenos de juego. Se espera que el club fiche a un nueve en los próximos días para aportar ese gol que tanto se ha echado de menos en los últimos partidos del equipo.