Antoine Griezmann está empezando poco a poco a justificar la enorme inversión que el Barça hizo por él en verano. El club azulgana pagó la cláusula de rescisión (120 millones) por un delantero total, capaz de hacer jugar al equipo y con muchísimos recursos en ataque.
No obstante, sus primeros meses en el Camp Nou no fueron fáciles. El Principito demostró una clara falta de adaptación al juego culé. Lógico, teniendo en cuenta que venía de un Atlético de Madrid que, en manos del Cholo Simeone, se caracterizaba por un fútbol más defensivo y muchas veces destructivo, haciendo daño al contraataque.
Una foto de Antoine Griezmann lamentando una ocasión contra el Inter de Milán / FCB
Sin embargo, el delantero galo nunca ha dudado de su calidad y que, a través de trabajo y esfuerzo, acabaría acomodándose por completo al fútbol del Barça. Y el tiempo le ha acabado dando la razón.
Abre latas Griezmann
Griezmann suma ya 11 tantos con la elástica culé, y se ha desatado como un auténtico abre latas en este inicio de curso. No solo son importantes sus goles, sino también cuando los consigue. Y es que muchos de ellos llegaron en momentos de atasco total del equipo. En siete ocasiones el francés ha sido protagonista de anotar el primer gol del encuentro, y facilitar el camino al Barça. Una efectividad que ya demostró con el Atleti, sacando de muchos apuros a un inofensivo conjunto colchonero con muchos problemas para combinar en ataque.
Además, el francés está demostrando también una enorme regularidad y que no rehuye ningún reto. Es el único futbolista culé que ha visto portería en todas las competiciones que ha disputado el equipo azulgrana: lleva siete en liga, uno en Champions, dos en Copa del Rey y uno en la Supercopa de España.
Pero no solo está siendo importante en el ámbito goleador, sino que lo que más ha sorprendido en el club y a la hinchada es su sacrificio defensivo. Es de los primeros jugadores en iniciar la presión a la zona defensiva rival, y no duda a la hora de retroceder en defensa para colocarse en un falso 4-4-2. Además, se le ha podido ver incluso robando balones importantes y llegando hasta su propia área para detener el ataque rival.
Su eficacia en ataque y su compromiso defensivo le han convertido ya en una pieza clave tanto con Ernesto Valverde, como con ahora Quique Setién. Es el tercer jugador con más minutos esta temporada, solo por detrás de Ter Stegen. Y de momento, su inicio de 2020 no invita sino a todavía más optimismo con el francés de cara a la parte más exigente e importante de la temporada.
Inicio de año magnífico
El ex del Atlético está siendo el jugador más decisivo del Barça en este inicio de 2020. De hecho, es también el máximo goleador con tres tantos, por encima de Leo Messi que lleva dos. Un hecho potenciado por su ya comentada regularidad, pero apoyada también en su indudable efectividad en ataque.
En lo que llevamos de año, aunque no consiguió anotar ante Espanyol y Granada en Liga, sí mojó en las semifinales de la Supercopa de España ante el Atlético, y fue decisivo en el duelo de Copa del Rey ante el Ibiza, con dos goles que clasificaron a su equipo para octavos.
Griezmann celebrando su gol frente al Ibiza /EFE
Ahora llega la parte más importante del curso, donde realmente se deciden los títulos. Y el delantero galo está en su mejor momento como jugador del Barça: adaptado completamente al juego culé, con una gran compenetración con Messi y la confianza con las nubes. Se prevé un año grande, el 2020, para Antoine Griezmann. Veremos si todos sus deseos acaban por hacerse realidad.