El Barça ya está en octavos de final de la Copa del Rey tras superar por la mínima al Ibiza en Can Misses (1-2). Sin embargo, los culés no hicieron un buen partido. A parte de la clara falta de intensidad, los futbolistas azulgranas quedaron totalmente desorientados por los experimentos tácticos de Quique Setién.
Quique Setién en el partido de Ibiza / EFE
El entrenador santanderino consideró que en su estreno en Copa del Rey, ante un equipo previsiblemente inferior como el Ibiza (Segunda B), era la oportunidad perfecta para experimentar y poner a prueba algunos de los cimientos en los que quiere sustentar su fútbol en el Barça. Pero, en un torneo totalmente renovado, con eliminatorias a un solo partido y en campo del rival de menos categoría, cada partido es trascendente. Un cambio que premia la intensidad y la ilusión, algo que le faltó a los culés en la primera mitad.
Griezmann salva a Setién en un partido horrible
Los culés protagonizaron una primera parte horrible. Sin fuerza, sin garra y sin entender lo que el técnico les pedía. Especialmente perdido se encontró Lenglet, que jugó como único central en una formación donde no había participado nunca. Además, Setién optó porque Junior y Sergi Roberto le acompañasen. En cambio, Semedo, el más veloz de los tres, se dedicó a atacar y no pudo cubrir las espaldas de su compañero francés.
Aunque los azulgranas dominaron por completo el juego, con una posesión que estuvo cerca del 85%, no consiguieron superar las lineas defensivas del Ibiza, motivados por su gol en el minuto 10. Su primer disparo a portería no llegó hasta el minuto 68. Un dato que ejemplifica la poca entrega ofensiva de los jugadores.
Griezmann celebrando un gol frente al Ibiza / EFE
Finalmente, aunque Setién jugó con fuego, consiguió salvarse. Porque, por suerte, tiene un equipo con muchísima calidad. Así, Antoine Griezmann apareció en los últimos minutos para consolidar su primera gran actuación en el Barça, y sacar a flote en la isla pitiusa a su equipo y también al nuevo entrenador.
Conclusiones negativas de un conjunto azulgrana que se vio especialmente cansado y sin ideas. Hay que dar tiempo a Setién, pero de momento son pocos los cambios que se ven en el equipo a nivel de intensidad y motivación. ¿Lo mejor? El resultado.