Sergio Busquets ha sido uno de los jugadores más favorecidos con el cambio en el banquillo del Barça. En el partido de este domingo contra el Granada el equipo se mostró más compacto y eso ayudó al centrocampista a participar más del juego. En total Busquets hizo 145 pases, más que todo el Granada, que hizo 133. Además, el equipo superó los mil pases; hecho que no ocurría desde el 2011, cuando Tito Vilanova era el entrenador. Todos estos cambios, por lo tanto, hacen sentir más seguro a un Busquets que en la era Valverde, y también con Luís Enrique, tenía más dificultades para participar en el juego ya que predominada una idea más vertical.
Setién modifica la salida de balón
Uno de los motivos que explica más la participación de Busquets en el partido contra el Granada fue el cambio en la salida de balón que intento Setién. Desde la época de Guardiola era muy habitual que en la fase ofensiva Busquets se situara entre los centrales en un hecho que permitía a los dos laterales posicionarse en situaciones más avanzadas. El nuevo técnico, en cambio, provocó un cambio en el cual Sergi Roberto se situaba como tercer central mientras que Busquets se mantenía en el centro del campo. A su vez, Jordi Alba sí que subía para mantenerse abierto en la banda izquierda mientras que Ansu Fati lo hacía a la derecha por así tener más amplitud en el juego.
Con este cambio, por lo tanto, Busquets estuvo en el centro del juego en todo momento y eso le ayudo a tener más contacto con el balón. Con esta fórmula el centrocampista de Badía realizó 145 pases y él solo superó a todo el Granada que hizo 133 pases. En esa posición más avanzada también estuvo más cerca de cualquier pérdida de balón y en total hizo 14 recuperaciones.
Los datos avalan los cambios de Setién
Con tan solo una semana en el cargo, Quique Setién ya mostró su identidad en el primer partido del equipo. Más allá de la cifra de pases de Busquets hay otros datos que indican que el entrenador cántabro ha inculcado nuevas ideas a los jugadores.
El dato más llamativo del partido fue el de los 1011 pases que intentaron los azulgrana, 920 buenos. Estos, por lo tanto, fueron 300 más de los que intentaba esta temporada el Barça con Valverde al banquillo. De esta forma los azulgranas superaron nuevamente la barrera de los mil pases en un hecho que no sucedía desde un partido en el campo del Levante en 2011. Ese encuentro en el Ciutat de València, a su vez, fue noticia porque durante más de sesenta minutos estuvieron sobre el campo once jugadores formados en la Masía; en un hecho único en la historia del Barça.
Esta secuencia de pases tuvo al equipo más activo y que todos los jugadores tuvieron más presencia en el juego. El jugador el cual hay más interés que participe activamente es Leo Messi ya que, evidentemente, es el que marca la diferencia. En el partido del domingo el argentino hizo 129 intervenciones en la que es la cifra más alta en esta temporada.
Según datos de mediacoach, herramienta que utilizan los entrenadores, la intención de estos pases también fue diferente de los que se hacían en la era Valverde. Setién tiene una idea más cruyffista de tener una secuencia de pases más rápida y al jugador que se encuentra más cerca. De esta manera contra el Granada el Barça solo hizo 25 pases largos (los cuales se consideran a partir de 32 metros) mientras que la media de Valverde en la temporada era de 54. A su vez el ritmo de circulación también fue más rápida con 21 pases por minuto, cuándo Valverde esta temporada en el Camp Nou estaba en 18 por minuto.
De la misma forma el equipo también tuvo una presión alta y esto permitió recuperar más balones. En total el Barça realizo 4,4 recuperaciones por minuto, mientras que la media en la primera vuelta como local se situaba en 2,7. Todas esas cifras demuestran que más allá del 82% de posesión, que también es record desde la era Guardiola, Setién ha inculcado nuevas ideas de juego que permitieron al equipo estar más en contacto con el balón.
A su vez, hará falta saber qué continuidad tienen esas sensaciones y si después de unos partidos en el equipo sigue evolucionando en el estilo que quiere el entrenador cántabra. La entrada de Riqui Puig en el segundo tiempo también indicó hacia donde se dirige la idea de juego.