El Barça vuelve a ser el líder de LaLiga. Los culés consigueron los tres puntos ante un intenso Granada, que puso al conjunto azulgrana contra las cuerdas hasta el final. No obstante, el triunfo pasó a un segundo plano. La noticia de la noche era el estreno de Quique Setién en el banquillo del Camp Nou.
Quique Setién dirige su primer partido con el Barça
El entrenador santanderino llegó prometiendo que habría cambios en el equipo, y que intentaría que se hiciese un fútbol atractivo a base de esfuerzo y trabajo. En su estreno, el conjunto azulgrana ya dio algunas muestras del estilo de juego que Setién quiere plantear en el Barça.
Sin embargo, de momento esta excelencia, con pases muy rápidos y grandes combinaciones, la mostraron en pequeñas dosis. El equipo volvió a pecar de irregularidad, y fue muy plano en muchos minutos del encuentro. Eso sí, tuvo la capacidad de hacer magia en el momento clave del partido. El ejecutor, como suele ser habitual, Leo Messi.
Estratosférica combinación
El primer gol en la carrera de Quique Setién como entrenador del Barça fue toda una declaración de intenciones. Llegó en el minuto 76, y fue obra de Leo Messi. No obstante, esta vez no tuvo tanta importancia la definición en sí del argentino, sino cómo llegó a desarrollarse la jugada. Hasta cinco jugadores participaron en una jugada inverosímil.
Messi, decisivo con su gol ante el Granada | EFE
El gol llegó tras una recuperación en zona ofensiva de Riqui Puig, que tuvo minutos y demostró por qué Setién está enamorado de su forma de jugar. El canterano cedió rápidamente a Busquets, que se la dio a Messi para que el capitán cambiase por completo el ritmo de la jugada.
Al primer toque, encontró a Griezmann, que con un suave movimiento hizo llegar el balón a Arturo Vidal dentro del área. El chileno, que destaca por su intensidad y no tanto por su calidad técnica, se transformó y dio una asistencia inverosímil de tacón que dejó al astro de Rosario totalmente libre en el punto de penalti, y definió con un sutil toquecito con su pierna derecha.
En los últimos meses, los aficionados del Barça se acostumbraron a ver cómo su equipo hacía daño en el balón parado, o conseguía victorias con detalles individuales. No obstante, ante el Granada los hinchas culés pudieron volver a disfrutar de la magia del fútbol de combinación, que dejó una obra de arte de Messi digna de enmarcar. Ahora, solo esperan poder ver muchas más hasta final de temporada.